6/10/11

Cuando un amor se va...


“ Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y uno aprende... que el amor no significa recostarse,
Y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender...
que los besos nos son contratos,
y los regalos no son promesas…”
J. L. Borges

Aprender de nuestros fallos…de nuestros errores, es lo que debería suceder cada vez que una relación termina y pienso que aunque al principio no nos demos cuenta de eso…sucede. Al igual que sucede que cuando las relaciones acaban, el sabor a vacío que siente nuestra boca es un tufo al vacío real que nos invade por dentro y el dolor, sea grande o pequeño, en sí mismo no importa, pues el tiempo lo desaparecerá como desaparece casi cualquier sentimiento. De hecho estoy convencida de que el odio real, dura mucho más que un amor verdadero y aún este, muere tarde o temprano...nadie puede ser masoquista por tanto tiempo

Ahora bien, no es cuestión de curtirse el cuero, ni de colocarse una armadura de acero para evitar futuros dolores…con eso solo le negamos una segunda…o tercera…o…las oportunidad que hagan falta para que se renueve el amor pero la experiencia del dolor es única y posiblemente tan valiosa como la experiencia del amor.

Cuando mi primer matrimonio falló, me sentí fracasada…intenté que soportara las mareas pero lo único que conseguía era hundirme mas y mas…Quizás cuando se tienen hijos uno le ponga mas empeño a sobrellevar una situación en picada pero lo único que se logra es estar en continua batalla en donde nadie sale vencedor y el dolor que queda es grande..Pero después de haber tenido una relación bonita, no solo hay dolor por la perdida, también hay autoestima rota, amor propio herido y sufrimos…pero el tiempo todo lo cura y quizás ese sentimiento se pueda convertir en una buena amistad…aunque eso no va a suceder de la noche a la mañana, es mas, hay que dejar que el tiempo y la distancia cicatricen las heridas, suavicen las aristas y resten importancia a los rencores. Aunque no todos los casos son iguales, eso sucedió con mi ex, quien es invitado especial de todas nuestras reuniones familiares de cumpleaños, navidad etc…por seguir siendo padre de mis hijos, abuelo de mis nietos y un buen amigo.

No vale de nada colocarnos una armadura que nos aísle aunque sea muy difícil el poder olvidar…en esos casos es preferible tomar un poco de aire y esperar…a la edad que tengo ahora ya se que las relaciones que terminan, al final dejan un rastro de recuerdos que el tiempo los convierte en placenteros…eso si, el proceso es muy largo…no es como lo que dura un estornudo..El dolor del amor tiene esa exquisita capacidad para parecer eterno…de hacernos sentir débiles como para soportarlo…creemos ciegamente que jamás volveremos a sentir amor por nadie mas porque no hay quien se compare con el que está saliendo de nuestras vidas ni momentos iguales a los vividos, pero después de todo esto…aprendemos, de eso no me cabe la menor duda. Descubrimos nuestros fallos y errores…

La experiencia del dolor no nos convertirá en seres poseedores de toda la sabiduría respecto a las relaciones de pareja, pero nos prepara mejor para lo venidero y claro, la próxima vez puede que nos volvamos a equivocar pero estoy convencida que de cada amor sentido, nos acerca a ser mejores personas,  más maduras y comprensivas.

Como siempre he dicho, prefiero una vida con el sabor del dolor en mi corazón a tener una vacía sin haber aprendido lo que es el amor…

Y Uno Aprende

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y uno aprende... que el amor no significa recostarse,
Y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender...
que los besos nos son contratos,
y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo... uno aprende que si es demasiado
Hasta el calorcito del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
En lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale.
Y uno aprende y aprende...
Y con cada adiós uno aprende

J. L. Borges


6 comentarios:

  1. Me encantó la entrada, cuanta razón amiga, cuanta razón... El amor te da los momentos más felices de tu vida, y probablemente también en los que más dolor sufres, pero, nunca jamás cambiaré lo vivido por haber conocido, que lo no vivido por evitarme sufrimiento.

    Besos.

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  2. Tus letras están llenas de vida con todo lo que ella conlleva, pero sobre todo están llenas de ese aprendizaje, de ese asentamiento de valores,de ese querer estar donde se está dignificando el camino recorrido, porque es cierto que duele aprender, pero duele más llegar al final de un ciclo sin haber aprendido nada.
    Me encantó leerte. Te dejo un fuerte abrazo

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  3. El sabor del vacío es amargo y es gélido, pero cuando tocamos fondo es el momento de encontrarnos con nosotros mismos y de brincar hacia arriba, como impulsados por el resorte mágico de la supervivencia.
    Besos.

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  4. Anónimo9:33 a. m.

    La experiencia es muy valiosa, pero también muy cara.
    Besis.

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  5. Estoy muy de acuerdo contigo, la vida va fortaleciendo con sus ires y venires. Somos capaces de soportar muchas embestidas por más duras que puedan hacer.

    El poema todo un regalo.

    Saludos.

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  6. Anónimo12:09 a. m.

    Simplemente bello tu blog...

    Un beso
    Venus.

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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...