2/1/13

El amor es más profundo y permanente que el odio

“But Paris was a very old city and we were young and nothing was simple there, not even poverty, nor sudden money, nor the moonlight, nor right and wrong nor the breathing of someone who lay beside you in the moonlight.” 
Ernest Hemingway,  A Moveable Feast
Existen amores que son tan grandes que no caben en la misma habitación…mucho menos en una misma vida porque el brillo de una, por si misma, eclipsa el brillo de la otra..

"Pero París era una ciudad muy antigua y nosotros éramos jóvenes y nada era fácil allí, ni siquiera la pobreza, ni el dinero repentino, ni luna, ni el bien y el mal, ni la respiración de alguien que yacía junto a ti en la luz de la luna." (Ernest Hemingway, París era una fiesta)

Existen muchas noches en París, muchas guerras por luchar y romances por descubrir…pero solo un Hemingway y una sola Gellhorn quienes vivieron su amor entre la guerra y no pudieron apartar las guerras en su relación

“No quiero ser el pie de página de sus biografías, una referencia de pasada en las cartas y en los libros de otros”, escribió  Gellhorn “Quiero zafarme de él y de su vida personal que es como una camisa de fuerza para mí”. Al final de su vida, ella reconoció  la verdadera razón de haberlo dejado. “Es un extraño y maravilloso tipo. También es misterioso y sabio y todas esas cosas. Es un buen hombre, lo que es de vital importancia. Sin embargo, él es malo para mí”. Dicho esto, dejó el amor y se fue para la guerra.

Eso es la película Hemingway & Gellhorn, un amor apasionado, un romance turbulento entre dos personas tan egocéntricas como creativas en el contexto de los conflictos bélicos que dieron forma o mas bien deformaron el siglo XX. Imágenes reales de la guerra civil de España contra el fascismo, de la guerra de China contra Japón, de la Segunda Guerra Mundial vistas desde estos dos grandes. No sé qué tan auténtico sea el retrato que se hace de ellos, pero me gusta una línea que le escribe a su amada Gellhorn, interpretada por Nicole Kidman y que Gellhorn guarda hasta su muerte

“el amor es más profundo y permanente que el odio”.

Desde muy joven, la obsesión de Ernest Hemingway fue descubrir cómo vivir, y conservó esta obsesión hasta la muerte. Cuando ya no supo cómo, se pegó un tiro. 
Martha Gellhorn, antes de de morir instruyo que cremaran sus restos y arrojaran sus cenizas al Támesis “para continuar viajando”..

5 comentarios:

  1. El amor es el motor de la vida, eso lo saben hasta las gatas.
    Besos

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  2. Es cierto... y reverdecen los Amores.

    STEMA

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  3. Pues no he visto la película, tendré que echarla un vistazo. Un besazo.

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  4. Que el amor que es más profundo que el odio,llene en este nuevo año nuestros corazones.

    Abrazos

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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...