El pasado y el porvenir, esas dos mitades de la vida,
una de las cuales dice jamás, y la otra siempre.
Alphonse de Lamartine
..y quien no ha dicho un siempre que se
ha vuelto luego un jamás? Quien al tiempo voraz no ha reprochado convertir los
momentos de amor en solo un puñado de sentimientos arrinconados en el desván polvoriento
del corazón?
Tal vez no ser es ser sin que tú seas,
sin que vayas cortando el mediodía como una
flor azul,
sin que camines más tarde por la niebla y
los ladrillos,
sin esa luz que llevas en la mano que tal
vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,
sin que seas, en fin,
sin
que vinieras brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,
y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos.
Pablo Neruda..
Demasiado fue el tiempo
para un nosotros que se fue perdiendo en singular mientras todo se volvió
irregular en medio de este camino de abandonos donde por fin lograste olvidar
lo mucho que me gustaba volar al sentirme en alas del viento, susurrándome a
cada momento lo que siempre seriamos y no lo que ahora somos…
Hay que estar siempre ebrio. Todo está
allí: es la única cuestión para no sentir el horrible fardo del Tiempo que
quiebra vuestras espaldas y que os inclina hacia la tierra, tenéis que
embriagaros sin tregua.
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, a vuestra guisa. Pero embriagaos.
Y si alguna vez os despertáis, sobre los peldaños de un
palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad sombría de vuestro
cuarto, ya aminorada o desaparecida la embriaguez, preguntadle al viento, a la
ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que
gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla,
preguntadle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella,
el pájaro os responderán: “¡Es hora de embriagarse! ¡Para no ser esclavos
martirizados del Tiempo, embriagaos; embriagaos sin tregua! De vino, de poesía o de
virtud,
a vuestra guisa." Charles Baudelaire / El Spleen de Paris
…pero no todo está perdido, me quedan las
risas y todo lo vivido, me quedan los dulces y no tan dulces recuerdos que
guardo conmigo y que son como el vino que me embriaga y llena de poesía y luz
estas horas de vacuidad en este laberinto de tiempo en que no me encuentro
contigo, porque sin condiciones e irrevocablemente...lo sabes