Andar
corriendo tras tus pasos, loca por tocar tu piel… éramos tan iguales, ahora
puedo comprender…yo soy la cucaracha y tú un escarabajo, desde que tú no me
quieres, todo se me viene abajo. abajo. ¡arriba!
Quiero comer
donde me entre hambre,
quiero dormir
donde me entre sueño.
huyes de mí como
de un enjambre,
y
hartao que estoy de follarte en sueños.
Vivo
en un cuento de hadas, me alimento de despojos…no soy una princesa ni tú mi
rana encantada, deja ya de clavarme alfileres a tu antojo, deja ya de clavarme
alfileres en los ojos.
Mi niñez fue un bocadillo de jamón
cocido con membrillo…y es que tuvo sus momentos de lágrimas saladas pero
endulzadas por el amor que recibí, y aunque de mi niñez tengo pocos recuerdos, debo
decir que la mayoría de ellos son buenos, porque fui lo que se llama una niña muy
traviesa...algunos de estos recuerdos los he guardado en mi memoria gracias a
mi abuela, porque para eso entre otras cosas, sirven las abuelas, …ellas son
las que nos cuentan y hacen que recordemos algunos hechos relevantes de la infancia
que a veces olvidamos...
…como el de empezar mi vida en una
casa grande, cuidada por niñeras que no podían con mi inquieto temperamento ávido por descubrir los rincones mágicos de un jardín repleto de arboles de
granadas y naranjales, y en donde junto a los hermanos que llegaron después, disfrutamos
metidos en las tinas de lavar ropa convertidos en barcos piratas o de fiestas de
disfraces donde afloraron mis primeros instintos brujescos..
… mi niñez fue un constante paseo por varios pueblos
en una camioneta donde cabíamos, no se como los 6 hermanos, y donde era inevitable no generar mil
y una aventuras…como en esa casa en medio de la selva en donde asustaba a los
mas pequeños con historias del vampiro que dormía en la azotea…o aquella
versión de la bruja que habitaba la cabaña en las cordilleras andinas y que con
un dedo, endulzaba el chocolate caliente con que nos recibían....pero el mayor recuerdo de todos, es el lugar que formó escenario de la mayor parte de mi
niñez y que espero algún día volver…ese pueblito
costero en donde aprendí que las bicicletas sin frenos son solo para
quien le llegan los pies al suelo…recuerdo difícil de borrar porque aún lo
llevo como un pequeño tatuaje en mi costado izquierdo...
Fue una época en donde todo lo
hicimos juntos, hasta nos enfermamos de sarampión o de paperas juntos, pero,
lo mejor de mi niñez vino de manos de mi padre quien desde que tengo recuerdos
me aficionó a la lectura fantástica… vicio que gracias a Dios, aún conservo….
.
Mas historias jueveras llenas de travesuras y
recuerdos, en el Lugar de Encuentro
...ahora soy yo la que les guarda sus recuerdos a ellas...ahora son ellas las que son terror de esta abuela.,.
..destilando
un notorio parecido con Quiroga, intentare hacer una narración violenta y
horripilante escondida detrás de la aparente apacibilidad de lo cotidiano…me
dejare seducir por la morbosa obsesión del tormento y la muerte y tratare de
describir lo que ha de suceder cuando ya no pertenezca a este mundo…