25/6/23

Cuando el dolor se hace mas inmenso que el mar...¿A dónde irá?

 



Y si le agregas a esa tarde una breve meditación sobre las horas que arden como la Juana en la hoguera, y si en esa calma que me espera sofocándome en los mejores momentos que recuerdo, tratas de abanicar el sueño que me impide disfrutar del paisaje y me silba muy despacio que ¿hasta cuándo estaré recordando lo que ya no debo…?

Y entonces, estiro mis rodillas y comienzo a dejar que el dorado de este sol Inca derrita mis heridas y los recuerdos de otras tardes de laxitud de un tiempo que ya se fue sin llevarse mis preguntas ¿Y cuándo nos veremos otra vez? ¿Cuándo despediremos a las estrellas sentados en la cornisa al borde de una ráfaga mañanera?

Son tantas preguntas y aún no recibo respuestas, al menos no claras, aunque si sean sinceras ¿hasta cuándo estaré sentada en este paisaje de lágrimas, a donde yo nunca pedí que me trajeran? ¿Hasta cuándo seguiré poniendo un plato de cena para ocupar tu lugar en la mesa?

Sigue de largo amigo...aquí lo único que queda con vida es este mar que se retuerce y desparrama frente a mis hojas muertas…y si echas de menos algo, yo que tú, me animaba a tocar en otra puerta, la que vivía aquí, bailando descalza y juntando caracolas en la arena, esa...ya no se donde se encuentra.