Que dura fue esta vez la caída, pero ya lo presentía…demasiado lejano se encontraba tu mundo del que yo conocía como para esperar que alguna vez se juntaran nuestros cuerpos como se juntaron por varias noches las estrellas.
Esa nube proyectaba solo el deseo de escapar de las frías paredes del hospital en donde te encontrabas encerrado a causa de esos largos periodos de distemia, que no era una enfermedad terminal ni acabaría con tu vida, pero las inyecciones cada vez eran mas seguidas y tu estado de inconsciencia mas pronunciado.
Así llegaste a mi, entre esos periodos de sueño que lograban hacerte escapar montado en una roja nube que te trajo a este lugar en donde las lunas pueden multiplicarse hasta cerrar las esquinas de algunos sueños
Yo amé tu inocencia, tu cálido contacto casual durante el juego, la sonrisa radiante con que te imaginaba llegar y que me cautivó desde el primer instante.
Pero pudieron mas tus miedos, el no querer tener una recaída, preferiste el cuarto del hospital maloliente a pentotal que te hipnotizaba y te hacía olvidar tus heridas a huir en medio de un sueño que has dejado incompleto y me convertiste en el efecto secundario de tus delirios
Ahora jamás vas a saber como hubiera sido el primer contacto de tu piel con la mia.. ni como mi aliento hubiera cruzado desde el infinito por pequeños instantes tus sueños perdidos..Como me hubiera gustado hacerte el amor mil veces hasta poder ver tu cuerpo desnudo sin sentir vergüenza.
Ahora solo el silencio de tu sombra se dibuja en mi pared, y el tiempo va dejando atrás toda la alegría del momento, solo quedan remolinos en donde he de echar mis esperanzas igual que un día quemé al fuego todos mis recuerdos.
Una parte de mi desea huir contigo a tu mundo pero mi intuición me dice que adormezca mis impulsos , que tantas soledades no saben amar..y de nuevo veo aparecer ese brillo en mi mirada que manifiesta el llanto de mujer.
Hoy no quiero hablar de cosas buenas..hoy me encuentro en una ciudad ajena en donde los sueños tan solo fueron pequeños instantes, reincidente de aquellos dolores que juré no volver a sentir pero que surgieron con tus primeras visitas.. Ya no tengo palabras guardadas, pero es mejor, porque las palabras están tremendamente sobrevaloradas. Depositamos en ellas todo lo que somos y olvidamos que, en realidad, están tan huecas como las cuencas de los ojos.
Como buen paseante llegaste un día y yo siempre supe que llegabas para irte luego..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...