Ciertamente, eso de quedarme sin hacer nada, no es lo mío… o no lo era
al menos, sin embargo, ahora que tengo tiempo de sobra para sentarme a
escribir, muy poco asoman las palabras para despegar esta niebla de mis
ojos…Estoy sufriendo de un bloqueo mental al que me someto a veces para no
pensar y no dejar escapar esta sensación de tristeza que no se me quita de
encima…
Me fuerzo a veces a escribir algo alegre, pero siempre con esta clara
dificultad de expresarme como antes y que impide lograr encontrar la fluidez
dentro de mis pensamientos...es como si ahora, dentro de mi existieran dos
Divagaciones que interactúan en dos direcciones atraídas por el humo y el
atrayente sedante del licor…
Nunca pensé que asimilar una pérdida iba a ser tan difícil, pero sobre
todo ha sido mucho más difícil empezar los días con esta desconexión emocional
en la que muchas veces me paralizo y quisiera no pensar, solo dejar que el
tiempo transcurra o retroceda, da igual si todo ha sido un sueño o que nada de
lo vivido existió… duele pensar en todos esos momentos que se han hecho humo…
Solamente dejo que transcurran mis horas nocturnas mirando el cigarrillo
encendido, pensando en lo feliz que sería ser ese humo que gira en espiral
ascendente, sin pensar en que muy pronto se fundirá en la nada…me gusta
quedarme así, sin hacer otra cosa que mirar estas formas desfiguradas que se
deshacen…figuras vagas e hipnotizantes como tiras de algodón retorcidos que se
contrastan con la oscuridad de mi habitación hasta convertirse en tenues y
confusas figuras deformadas…
No puedo explicar el estado hipnótico y relajante de las voluptuosas
figuras danzantes blanquecinas que como crecientes remolinos turbulentos me
dejan abstraída en el turbio pensamiento de querer ser aquel humo que asciende
desde mi sostenido y humeante cigarrillo, con unos reflejos dispersos pintados
en tonos grisáceos por las almas de todas las cenizas derramadas que
permanecerán amontonadas en el cenicero, hasta ser depositadas en su última
morada… el basurero.
Qué fácil es no hacer nada...
por eso, esta semana en el blog de MAG
los relatos son de eso..de no hacer nada.
Puedo entenderlo.
ResponderEliminarA veces parece que las palabras se niegan a surgir, que se esconden.
Y las divagaciones se resisten a ordenarse, aunque puedan disfrutarse.
También entiendo lo de quedar mirando esas figuras danzantes.
La música acompaña muy bien.
Besos, Diva de la Noche.
Siento tu tristeza por la pérdida de un ser querido, mi querida Diva, porque todas las pérdidas son muy dolorosas, y tiene que pasar el duelo, es muy duro, pero la vida es así, no queda otra que sobrellevarlo como se pueda, ójala que tu tristeza se vaya disipando como el humo, y vuelvas a encontrarte mejor para que tengas ganas escribir como antes, preciosa.
ResponderEliminarAunque triste te siento pero muy bonito tu desahogo en este relato, me ha gustado.
Un beso enorme con todo cariño.
Difícil arrancarse el dolor que se siente al perder a alguien muy amado, el tiempo poco a poco va disipando el humo y uno cuando menos lo espera se encuentra sonríendo nuevamente...Pero cuando te encuentras allí el tiempo parece detenido como describis en tu relato, a mí me ayudó mucho escribir para sacar un poco esa melancolía que sentía después que falleció mí abuela, sacar ese feo recuerdo de verla morir por el bello recuerdo de sus abrazos... El tiempo y el amor lo van cicatrizando... Besos por ahí!!!
ResponderEliminarEs un hermoso relato, desgarrador por la tristeza que emana, esas ganas de transformarte en humo, ser volátil y desaparecer yo la he sentido también en mi vida, esa angustia de querer gritar y no poder, esas ganas de desaparecer, pero no, el tiempo pasa y todo lentamente pasa, volvemos al ruedo, a la vida.
ResponderEliminarTus palabras llegan hondo, profundo... un fuerte abrazo.
PATRICIA F.
Danza blanco entre ideas y pesamientos
ResponderEliminardanza blanco formando argollas
danza blanco arrancandome la vida
danza blanco como nubes de algodón que no curan ni olvidan nada.
La chispa roja enciende mi alma
y luego , danza blanco ahogandome los pulmones, hasta que sea el ultimo de los bailes.el ultimo encuentro conmigo.
Si escribes desde el dolor,creeme que es belleza tu relato.Asi tambien creeme que toda perdida,requiere un proceso que hay que vivir,mas la vida se encarga de llevarte hacia la salida,no sabes cuanto puedo empatizar contigo,tal vez las palabras no te sirvan hoy,sin embargo intentamos desde la distancia decirte que no estas sola,soy sobreviviente de muchas perdidas(hasta de mi misma)se bien que todos en algun momento nos arrimamos al afecto que siempre tenemos cerca para seguir viviendo.Desde este lado del mundo te mando un abrazo de osa,deseandote nuevos despertares.
ResponderEliminarEs muy triste perder a un ser querido, lo entiendo por propia experiencia, la mente se bloquea y el corazón se escoge. Un texto muy sentido. Un abrazo
ResponderEliminarTodas nuestras vivencias, sean buenas o malas, son toda una fuente de experiencia, con las que podriamos llenar páginas y páginas de historias y reflexiones! Tu escrito es puro sentimiento! Un abrazote!
ResponderEliminarvolutas de humo del cigarrillo es perfecta para explicar lo que es no hacer nada y diluirse non el humo del cigarrillo
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez al perder a alguien, ese no hacer nada sea una manera de metabolizar la pérdida.
ResponderEliminarUn abrazo
Las pérdidas suelen ser devastadoras y es necesario dejar pasar el tiempo para sanar. Ánimo y un abrazo!
ResponderEliminarMuy buena plasmaron del no hacer nada esa de la contemplación del humo del cigarro. Pocas cosas tan poco productivas, cuando ña productividad es lo que importa.
ResponderEliminarme encantó.
Abrazooo
La pérdida causa depresión y la depresión paraliza. Pero encontrar algo algo relajante como las volutas de humo, puede curar y es por los que has escrito este precioso relato.
ResponderEliminarUn abrazo de Cristina
Deshacerse en la nada a través de la mente, como si de humo estuviera hecha nuestra realidad puede ser un buen método para evadirse de crudas realidades, una forma de evadirse, como una válvula de escape por donde se liberan pensamientos negativos y desazones.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu aportación.
Saludos.
Cuánta tristeza hay en tus palabras! Se puede palpar. La melancolía y el dolor que nos deja una pérdida suele ser muy difícil de transformar en algo positivo, algo que nos sirva para salir de la apatía emocional en la que se cae cuando perdemos la capacidad de encontrarle sentido a las cosas. En general, para salir de ese circulo vicioso de auto contemplación sirve cambiar de perspectiva, pensar en otros que puedan necesitarnos y tenderles una mano. Eso nos puede hacer sentir útiles y ahí logramos hallar una excusa para volver a empezar. Un abrazo, Diva.
ResponderEliminarCuánta tristeza hay en tus palabras! Se puede palpar. La melancolía y el dolor que nos deja una pérdida suele ser muy difícil de transformar en algo positivo, algo que nos sirva para salir de la apatía emocional en la que se cae cuando perdemos la capacidad de encontrarle sentido a las cosas. En general, para salir de ese circulo vicioso de auto contemplación sirve cambiar de perspectiva, pensar en otros que puedan necesitarnos y tenderles una mano. Eso nos puede hacer sentir útiles y ahí logramos hallar una excusa para volver a empezar. Un abrazo, Diva.
ResponderEliminarDiva, hay mucha profundidad en tu escrito y transpira un dolor casi insuperable Un abrazo
ResponderEliminarLas pérdidas nos envuelven en una bruma entre blanca y oscura. Algo extraño. Las ausencias nos perturban, nos crean ansiedad y nos permiten hallar un algo dentro de nosotros que no sabemos bien cómo definir.
ResponderEliminarSin embargo, poco a poco, todos los pequeños fantasmas del tiempo se asientan y nos ponen en nuestro lugar. Solo hay que tener paciencia.
Te abrazo.
Mil gracias por formar parte de este maravilloso grupo juevero.
Un beso enorme, niña.
Esas volutas danzando en el aire, sobre todo tras un duelo, es dar cabida al tiempo que sentimos detenido.
ResponderEliminarUn brillante texto. Un abrazo
Hola:
ResponderEliminarLa pérdida de los seres a quienes se quiere realmente es durísima y el vacío que dejan nunca se llega a llenar, pero con el tiempo, y a pesar de todo, se empieza a recomponer la vida, aunque en el recuerdo siempre estén y nos sigamos preguntado "¿qué habría hecho Fulanita o Zutanito de haber estado aquí?".
Un abrazo fuerte.
siempre tranquiliza el humo y su danza entre los recuerdos, yo entraría a la habitación para sacudirte
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