Violeta era una chica muy linda y
dulce, pero que ya estaba artita que sus maestros no escucharan sus quejas. No había
día que sus compañeros no quisieran deshojarla o regarla, y por decir regarla,
era soportar las chispitas de agua que le lanzaban con los dedos..entre otras
cosas…
.
Y lo peor era que debido a la cercanía
del mes de Mayo, debían hacer un ensayo sobre la primavera y no es que no le
gustara la primavera, puesto que se deleitaba con los días mas coloridos del
año, sus calles y plazas se vestían con los colores azules, dorados y morados
de los tulipanes. Esa era la parte bonita, pero sabía muy bien que los escritos
de los chicos, como cada año, se prestarían para hacer juego de palabras
-...o
quizás simplemente les regale una rosa…
Cantó de repente Violeta mientras sonreía
por una idea que le surgió repentinamente.
Al otro día, se leyeron los trabajos sobre
la primavera, donde se remarcaron estrofas alusivas a las violetas con sus dos facetas
mezcla de fuerza y fragilidad, que producían una suave adicción…entre otras
cosas…
Y entonces le toco el turno a
Violeta. Se levanto de su asiento y se puso al frente de la clase para leer su
ensayo
No entiendo porque, cada primavera se toma la flor como símbolo de femineidad…Acaso
los hombres no se han dado cuenta, que hay mas de masculinidad en una flor que
belleza femenina?..Varios poetas han dejado metáforas que no crean dudas… quien
sino seria un amenazante dardo, quien mas que un tulipán sonrosado, pedúnculo
de tersisimo tallo de cúspide malva?
Una exposición de tulipanes es algo muy excitante, los dorados, los
rojos, los azules o de tintes moderados, donde mi fantasía descalza, salta
entre ellos cual cientos de falos atados en cordones y desdeña las margaritas
que pueden resolver mis enigmas existenciales porque al final, mas vale un beso
que una flor y no como dijo el poeta…
Todos miraban ensimismados a la dulce
Violeta hablando de falos y pedúnculos tallos y ella, sonreía porque esta vez
si había sido escuchada.