17/2/25

Esperando que llegues ..


 Él era mi norte, mi sur, mi este, y oeste,

mi semana de trabajo y mi descanso de Domingo,

mi mediodía, mi medianoche, mi habla, mi canción.

pero el amor no dura para siempre.

W. H. Auden

 

Por las noches antes de acostarme, te busco entre las melodías de otros amores queriendo imaginar ese acompasado sonido que era tu respiración…Que extraño late mi corazón ahora que te encuentras lejos, que silente este apéndice sin saldo, cortado, inerte, tan frio como la muerte y con el sentimiento suspendido…pero aquí sigo corazón, manteniendo los recuerdos vivos, aunque nada tenga el mismo sabor ni el mismo color de cuando estabas conmigo…

Ya se pueden apagar todas las estrellas y mi luna compañera, quedarse en menguante para siempre, se acallaron las risas, los besos de mariposa y las tardes de verano…adiós a los aniversarios, festividades de cupido y esos paseos a diario soñando en nuevos destinos, porque todo se ha perdido en un tiempo, que sin tu tiempo, pasó a ser un futuro encerrado en fotos viejas…

Poco a poco me pierdo en el llanto del día cuando rompe la noche, abrazada al recuerdo del olor de tu cuerpo que se marchó dejando vacía mi cama, como vacías y solitarias quedan las calles al caerse las moribundas horas…y me pierdo en el susurro del mar, evitando sentir lo que sus orillas sienten cuando extrañan las olas sobre su arena...o borrando de mi mente la irritante seguridad de la naturaleza, de saber que verá resurgir sus verdes al llegar la primavera…

Así me encuentro, entre la desidia y la esperanza, deseando que llegue el señor de la noche y me cubra de sueños para buscarte afanosa en cada nota,…en este lugar sin tiempo, donde puedo por horas encerrarme a conversar contigo y caer en un imaginario abrazo, recordando lo que sentí aquella primera vez que pude verme reflejada en tus ojos y que ahora, aunque no pueda verlos, puedo continuar sintiendo que solo tú eras todo mi tiempo, el hombre que pudo darme el amor más bonito, inmenso, alegre y tan maravilloso.

8/2/25

Jueves de relatos: Tic..Tac..

 

Era septiembre de 1945, y la Segunda Guerra Mundial estaba concluyendo. La ciudad de París, en medio de una gran fiesta, estaba siendo liberada por las fuerzas aliadas.

En medio del caos, Sophie y Jack se conocieron en el Museo del Louvre. Ella era una francesa de 20 años que había luchado en la resistencia y él, un estadounidense de 28 años que había desembarcado con un escuadrón especial para evitar que el mayor legado de obras de arte del mundo se perdiera para siempre.

Desde el primer momento que cruzaron miradas, Sophie y Jack sintieron que se conocían desde siempre, pero al tratar de organizar las obras de arte del museo, Jack tocó un objeto egipcio con una frase en su exterior y al instante fue transportado a través del tiempo y el espacio al año 2045 y Sophie, que había estado a su lado un momento antes, había desaparecido.

Desde ese momento Jack comenzó a buscar la manera de reencontrarse con Sophie y aunque enfrentó muchos desafíos y peligros, nunca perdió la esperanza de reencontrarla. Visitó museos, bibliotecas y archivos, hablando con expertos en historia y arqueología. Un día, mientras estaba en una librería vieja encontró un libro antiguo con la imagen del mecanismo egipcio y la traducción de lo que tenía inscrito: El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo tiempo y el espacio para que no todo te ocurra a ti…

Jack sintió que esa era la clave para encontrar a Sophie así que decidió regresar al museo y buscar por los rincones aquel mecanismo egipcio. Al encontrarlo, mencionó las palabras del grabado y de inmediato se activó el tic…tac…tic…tac…y quedó envuelto en una luz...

Cuando la luz se desvaneció, Jack se encontró de regreso el día 2 de septiembre de 1945, en el mismo lugar donde había conocido a Sophie. Miró alrededor, esperando verla, pero ella se encontraba escondida bajo unos escombros y al ver a Jack le hizo señas de agacharse. El ejército alemán había bombardeado París y eliminado la resistencia tomando el poder de Gran Bretaña y Francia…

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