12/9/20

La otra cara del C-19

 


Cada vez que nombro al recontra conocido virus como “C-19”, me parece que me estoy refiriendo a un grupo militar o paramilitar, pero si al caso vamos, bien podría tratarse de un grupo de exterminio como los que actuaron en Auschwitz, o como la FAES en Venezuela o el sangriento Grupo Colina en Perú. Este virus no hace discriminación de su blanco, llega silenciosamente, proyecta y actúa.

La verdad es que vivimos actualmente en un campo de concentración en donde ya no hay diferencias raciales, de edades, políticas ni religiosas. Es un nuevo orden mundial, en donde salir de casa te convierte en presa fácil de este asesino, que contrario a lo que se pensaba al principio, ya no mata impidiéndote respirar, sino que va metiéndose en tu sangre creando un diminuto ejercito de émbolos que se dirigen contracorriente hasta paralizar tu cerebro, primer indicador de que algo está pasando, pero que si eres una persona mayor, los médicos lo atribuyen a una consecuencia normal de la edad avanzada, hasta que es tarde y llegan las complicaciones…

Las trombosis, las infecciones, los órganos que fallan…todo es consecuencia de lo mismo…estás siendo atacado por un despiadado asesino invisible y sufriendo dolores que solamente podrán ser calmados por el milagroso poder de la morfina hasta que tus signos vitales, sin poder evitarlo, desciendan al mínimo, tu respiración sea poco perceptible y suene tu último latido…

La parte más cruel de este C-19 es, que los que sufren por su causa son apartados de sus familiares durante el proceso de recuperación o partida, pero en este caso, nos queda el consuelo de haber estado con nuestra madre, día y noche, cuidando de ella y diciéndole lo mucho que la queríamos y cuanto le agradecíamos, todo lo que hizo por nosotras…Ella descansó por fin, este jueves 10 de septiembre luego de varios meses de pelear con todas sus fuerzas, pero se fue luego de escuchar, vía telefónica, el adiós de todos sus hermanos, familiares y amigos…no la dejamos sola ni un minuto, nos encerramos con ella a cal y canto como ella nos pidió..

Todo tiene que morir, es la verdad aunque nos guste pensar que siempre hay esperanzas, que podemos superar la muerte. Siempre pensamos que podría salir de esto y seguir como siempre, viajando y sonriendo…Pienso que todos tuvimos esa fantasía netamente humana, de que las cosas podrían mejorar…no lo sé con certeza, pero si estoy segura que hasta el final, mantuvimos esa esperanza…

9/9/20

El monstruo en la puerta....(Relato del jueves 10 de septiembre)



Había nacido en una casa antigua lejos de la ciudad y del bullicio. Al principio eran varios, pero poco a poco, tan solo fueron quedando su madre y él, por eso le tenía miedo a los monstruos que merodeaban su casa y mucho mas, en esas noches en donde la lluvia intensa provocaba la niebla más espesa que pudiese imaginar. Su madre trataba de calmarlo, pero sus dedos se clavaban sin poder evitarlo alrededor de su cintura…

Madre e hijo se refugiaron en la cocina, luego que de repente, empezaron a sonar voces que aunque les resultaran familiares, no podían identificar si provenían de su cabeza o de la parte externa de la casa. Lo cierto es que allí en el portal se proyectaba una figura, de apariencia humana pero origen desconocido. No podían confiar, se les había advertido que los monstruos podían adoptar cualquier forma para ganar su confianza, pero si los dejaban entrar, sus ojos llameantes y sangrienta mirada, les quitaría hasta la última gota de oxígeno y los haría explotar.

El sudor corría por su frente... "No creo que pueda mas, mamá. Tengo mucho miedo". Sus piernas fallaban y su corazón golpeaba con fuerza su pecho. La respiración se entrecortaba desembocando en una fuerte tos que alertó a la forma alargada que se encontraba tocando con fuerza, paredes y ventanas.

Su madre lo tomó del brazo y corrieron a lo largo de la escalera para esconderse en el segundo piso…la voz se sentía cada vez más cerca pero ellos no se atrevían a mirar atrás. Su respiración estaba muy agitada y el miedo se había transformado en pánico porque esa voz, que seguían sin entender que decía, se acercaba.

No valió de nada tanto esfuerzo, al final, luego de tanto tiempo de estar escondidos, evitando el contacto con otro ser humano, lejos de la civilización y de tantas comodidades, el monstruo había llegado derribando sus defensas a través del miedo y las últimas personas que quedaban libres del virus que ataco a los seres humanos en el 2020, fueron infectados

Esta vez encontrarás mas historias sobre monstruos en el blog de Neogeminis


 

4/9/20

Mi querido profesor..../Relato de jueves 03 de septiembre)

 

Mi secundaria comenzó a los 11 años en un colegio de monjas, con el deseo de mis padres de que me convirtiera en una señorita de finos modales. Al inicio, mi rebeldía se limitó a fumar en el baño a escondidas o fugarme al malecón trepando el cuarto de la basura, pero al cumplir los 13 años, en esos salones de grandes ventanales con vista al azulado mar Caribe, comencé a experimentar deseos y fantasías…La razón? un maestro de 22 años, tímido pero exageradamente bello.

Una tarde, luego de reprobar mi examen de matemáticas, le pedí que me ayudara con algunos problemas y cuando se agachó sobre el cuaderno, le rocé mis labios en su cuello y él me apartó rápidamente:

- Ya niña, pórtate bien, viniste a estudiar.

Regreso a su asiento y yo desabotone un poco mi blusa

- Cuánto calor, no?

- Eugenia!!! Arréglate ese uniforme

- Oye, pero es que tengo una picadita aquí, mira.

Me acerqué y él apartó un poco mi blusa para ver la fingida picada, y al rozar mi piel suavemente con su dedo me avalance sobre su boca. De inmediato me apartó nuevamente pero logré montarme sobre sus muslos y lo bese con unas ganas que le fue imposible resistirse y al final, me correspondió metiendo su lengua. Comenzó a desabotonar mi blusa y levantar mi sostén por encima de mis pechos…

- Quieres besarlos?...anda bésalos, muérdelos,  son tuyos.

Y entonces se acercó despacio, sacó su lengua y la pasó desde un poco abajo de mi pezón izquierdo hasta más arriba….Luego volvió a pasar la lengua de esta forma, una y otra vez hasta que de pronto se detuvo y succiono mi pezón…

- Eugenia!!! Despierta!!!

El grito de la madre superiora me hizo saltar de mi pupitre. El arrullo de las olas y el calor de la tarde, hicieron que me quedara dormida sobre los cuadernos. Menos mal que la falda del uniforme impidió que mostrara la humedad deslizarse por mis muslos mientras caminaba directo a la dirección....como siempre, castigada.

Pero no fui directamente….primero tenía que terminar lo que era imposible detener…

Este jueves las clases son en el blog de Dorotea, lleven lápiz y borra