“La
vida es un continuo baile de máscaras, no lo olvides", escuchaba en su
cabeza mientras recordaba todas las veces que se disfrazaron para celebrar esas
fechas con sus hijos y luego con los nietos… Pero a sus sesenta años, la viudez
había dejado huellas imborrables en su rostro y mucho más adentro, donde nadie
podía verlas… 
Pero
sus ojos, eso ya era otra cosa…Sus ojos no habían perdido la chispa de antes y
en su mente comenzaba a formarse la idea de querer participar esta noche con
los nietos. Se miró al espejo y no pudo evitar recordar aquellos días en que se
disfrazaban para jugar con sus hijos en Halloween…había sido la malvada bruja
de Blancanieves, la novia de Garfio, pero sin la pata de palo…y entonces, un
esbozo desabrido de sonrisa dibujó sus labios al ver aquel disfraz de la novia
muerta que se asomaba…
Trato
de borrar sus pensamientos tristes al recordar la carita de su primer bisnieto…
Si!! Hace un mes acaba de convertirse en bisabuela y eso la hizo sentir más
viva que nunca por lo que necesitaba un disfraz de Halloween que reflejara su
espíritu indomable y su nuevo rol en la familia.
Después
de buscar en el armario, una idea cruzó por su cabeza…agarró algo de ahí...otra
cosa de acá…fue a una caja de juguetes y voilá  voilá!! Al mirarse al espejo vio su
obra maestra 
Ahora
si estaba vestida para Halloween y se sentía como la reina del baile, lista
para celebrar con su familia. Su disfraz era un reflejo de su vida: un poco de
tristeza, mucha alegría y un toque de locura. Estaba lista para bailar y disfrutar
de la noche, rodeada de los suyos.
Cuando
los niños se acercaron a pedir dulces, ella sonrió y dijo: "¡Truco o
trato! Un nuevo comienzo para un nuevo año, ¡dulzura para el alma y amor para
el corazón!" Los niños se rieron y se fueron con sus bolsas llenas de
chucherias, mientras ella se quedó allí, sintiendo que ya los trucos habían pasado y solamente quedaba un trato con la vida...porque la vida no se termina
hasta que el pianista no se beba la última copa...era asi?
Este jueves lo dirige el blog de LUFERURA para pasar una noche de Halloween ...


 
 
Un precioso relato que nos invita ha reflexionar a vivir la vejez a los que ya peinamos canas. El final me parece muy ilustrativo y un poco triste, quizás porque ponemos muchas ilusiones en que nuestros nietos nos acompañarán más de lo que lo hacen. Me ha gustado mucho y además ha hecho que me identifique con la protagonista, aunque me queda para ser bisabuelo.
ResponderEliminarUn saludo
Nos dejas reatazos de tus vivencias y en ella una vida repleta de familia , alegría y también tristezas. Me ha gustado leerte. Un besote grande.
ResponderEliminarMuy cierto. Mientras haya copa, que haya dentro siempre un poco de vino! Un abrazo
ResponderEliminarMe agradó la protagonista, con vitalidad y creatividad.
ResponderEliminarBesos.
Un rendimiento en fechas de muertos. Originado por la sangre fresca de nietos y bisnietos. El milagro de la vida, que nos contagia.
ResponderEliminarAbrazooo