Ese es su lugar

Llegar temprano a la casa, hoy vino la señora de la limpieza. Lo máximo, todo ordenadito y limpiecito. No hay nadie y no habrá nadie hasta tardísimo. Prepararte un bocadillo veloz, te lo llevas al cuarto con un vaso de juguito. Acomodar las almohadas en la cama te toma un buen rato, hasta encontrar la configuración adecuada. A ver, probando probando... perfect! Buscar el control remoto de la tele... no está. Buscar debajo de la cama... no está. Desacomodar las almohadas... nada. Abrir el closet... nada, en la sala, en la cocina, debajo de los muebles, en el baño... en todos lados y nada. Revolver la casa completa, parar de cabeza todo y nada... no hay control. Tirar todo al suelo, reptar debajo de la mesa, en los floreros y macetas... ¡nada! Recordar que vino la señora de la limpieza. Recordar a la señora de la limpieza. La señora de la limpieza. Su cara en toda la pantalla negra y vacía de la tele. ¡Señoraaa!

Llegar temprano a la casa. Todo desordenado. Pero si el televisor está aquí, debería estar cerca. El bocadillo frío, el jugo cuajado. La señora de la limpieza. Las almohadas en el suelo. La mirada al techo. Los carros pasan, bocinas. Dónde puedes poner un control remoto. Se hizo de noche. La señora de la limpieza. Ya todos llegan a sus casas. La señora de la limpieza. La mirada en el techo. Viernes. El televisor apagado.

Este es un mini relato hecho por mi sobrino Miguel, el lobo…quizás para muchos sea un cuento mas, pero es la realidad misma…sucede muchas veces cuando alguien le da por ordenar tu desorden…y es que solamente uno sabe donde se guardan las cosas y no importa si ese cuchillo no va dentro de la zapatera o si el cortaúñas lo guardas en el costurero…pero cuando viene alguien por buena voluntad (porque siempre es por ayudar a que uno aprenda a ser ordenado),   y te ordena la vida…ufffff..estás perdida…será por eso que prefiero vivir a mi manera, sin direcciones…o mejor..sin remitente..

Mi vida ha sido desordenada y complicada, se parece cuando miro atrás a una habitación donde todo está revuelto. Escribir novelas es una manera de ordenar cajones y cerrarlos. Nunca estará del todo arreglada la habitación, pero eso la hace mas habitable. Arturo Pérez-Reverte