Este jueves (viernes para mi), no pude elegir entre una de estas dos fotografías,pues me resultaban un complemento de la otra. No se si estaba permitido y me disculpo por ello. Mas historias en fotografías en el blog de Mónica , Neogeminis
Adrianna, acompañaba a
su abuela en sus caminatas frente al mar,
momentos que la niña disfrutaba de sus cuentos y del vuelo de gaviotas.
Pero esa tarde, ella descubrió sendas lágrimas correr por sus mejillas y preocupada,
tomó su mano para que sintiera su compañía. La abuela, en un momento de
tristeza y amargura, afectada por los
recuerdos, en su forma lenta y pausada, comenzó a hablar, necesitaba hacerlo, pero… ¿Por qué esta tarde?
¿Porque desde la mañana sentía este continuo sobresalto?
Eran otros tiempos le
dijo a su nieta, que a tan corta edad quizás no entendería lo que estaba a
punto de escuchar. Un secreto que le había generado sentimientos de culpa y que
calló a través de los años por la promesa hecha a sus padres… Todo comenzó la tarde
que un viajero llego con su enorme sonrisa y esa forma de hablar que la hacía
recorrer el mundo a través de sus historias, cuando en realidad, lo más lejos
que había llegado era a la ermita en la entrada del pueblo y donde acudían a
verse a escondidas.
¿Así conociste al
abuelo?, preguntó la niña que hasta ese momento escuchaba callada. La abuela
guardó silencio por unos instantes, pero decidida a contar todo se armó de
valor y continuó…Aquel visitante un día partió no sin antes prometer volver
pronto, pero pasaron los días, los suficientes para que se fuera notando el
resultado de aquel amorío. No hubieron llamadas, ni cartas...tan solo el
silencio, y sus padres preocupados arreglaron su matrimonio con un joven que
siempre la había pretendido y que la amó hasta su muerte… igual que al hijo que
llevaba.
Adrianna, sin soltar la
mano de su abuela la animó a emprender el lento viaje de regreso a casa, un
recorrido que a cada paso, la liberaba de toda una vida de esperanzas y
silencio. Esa noche, la abuela se acostó aliviada de haber podido contar su
secreto, pero lejos estaba de saber que al quedarse dormida, el viajero
regresaría a cumplir la promesa y acompañarla a emprender juntos el último
viaje…ese que el llevaba recorriendo desde el mismo día que partió del
pueblo...
Una preciosa historia Diva, engendrada a partir de esas dos imágenes, en apariencia tan ajenas una de otra, pero que, gracias a tu magia, hoy se ven felizmente emparentadas, Te agradezco mucho por sumarte a mi propuesta (desde ya que haberte inspirado en dos le agrega un plus a tu relato! jeje)
ResponderEliminarBeso grande. Me encantó leerte.
Que emotivo relato.
ResponderEliminarQueda bien tu relato con la imagen que elegiste.
Besos.
Amiga quieres creer que se puso el vello de punta ..que lindo relato bravo por traernos esta joya de amor y sentimiento ..me has hecho entrar en la mente de esa mujer cuando desvelada el secreto de su gran amor a su pequeña nieta , ella respiro tan hondo que le llego el frescor al viajero que regreso a por ella ..magnifico .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo .
Es precioso, el final me ha emocionado...
ResponderEliminarMuy hermoso tu relato.
Muchos besos.
Que preciosidad!!! Se me han puesto los pelos de punta. Besos.
ResponderEliminarEnternecedora historia de la abuela desde esas dos imágenes tan bellas, me ha encantado con ese final que le has dado.
ResponderEliminarBesos enormes mi preciosa amiga.
Dos imágenes unidas por una preciosa historia, con un final nada esperado.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué historia más emotiva! Y que bien enlazadas las dos fotos en ella.
ResponderEliminarUn abrazo, Diva
Me gusta tu relato tan emotivo y sensible, una confesión que sana y alivia
ResponderEliminarAbrazo
Ayyyy qué genial relato. Me encantó que eligieras esas dos fotografías y las unieras de esa manera *__* ¡Te ha quedado precioso!
ResponderEliminarUn besazo
Un relato hermoso, cuyo final a pesar de tener un tono triste también me ha provocado alegría. Todo llega, no importa cuando ni como. La eternidad es de ellos.
ResponderEliminarUn beso.