16/7/11

Al despecho...pecho!!


Si sientes aturdimiento, represión, soledad, frustración, pánico, rabia, culpa, alivio, apatía, intranquilidad, cambios de humor, no estás enferma…seguramente es que estas despechada… Cuando el corazón sufre una separación deja salir palabras de dolor  que nos sumen en la mas cruel desesperación…La mayoría de veces son dichas “de los dientes pa´fuera”, sin sentirlas realmente pero que al menos satisfacen al momento de ser dichas. En un principio, el enojo es inevitable, natural  y si en un momento necesitas expresarlo, es mejor que no te lo guardes o se volverá contra ti…para eso existen palabras tan hirientes como estas… para mandar a volar a alguien….

Crees que me vas a hacer falta?
A la vuelta de la esquina consigo 10 como tú..
 Por mas que vengas de rodillas no vuelvo contigo…
Nadie en el mundo te amará como yo, pero de ti no me enamoro mas…
Prefiero sola que mal acompañada…
Cuando me vaya empezarás a valorarme…
No será difícil olvidarte porque la verdad nunca te quise…
Ella no te amará nunca ni la mitad de lo que yo te quise, pero ya te olvide..

Todas esas oraciones bien sentidas llevan el indiscutible sello de la sin igualable banda  MANA…los conocedores del despecho bruto al mejor estilo Mexicano…Y es que escuchar a Mana es sentarse en una barra a beber tequila con limón…es gastar una caja entera de pañuelos desechables recordando al ingrato o ingrata que nos hizo un hoyo negro y profundo en el alma…¿Quién no ha sentido el amargo sabor del despecho?


Ahora bien…el despecho es como el dolor de una herida que tiene que cicatrizar….En el despecho, los sentimientos y emociones que conllevan las rupturas, al igual que las circunstancias que las rodean, son muy semejantes a las que se experimentan con la pérdida de un ser querido. Por muy doloroso que sea, es un fenómeno normal con una evolución y sus fases. Es un período denominado DUELO, en el cual uno tiene que adaptarse a vivir y a ser feliz de nuevo sin la persona amada.

Ante la pérdida sentimos que nuestro mundo, nuestra vida, se transforma, ya nada es igual. Nuestros sentimientos tienden a determinar nuestro humor, nuestras actitudes y nuestras decisiones. Nos sentimos inmersos en un laberinto de confusión y angustia que pareciera no tener fin. Hay momentos en que nos sentimos mejor, pero llegan otros momentos en que vuelve la angustia y la tristeza. Sentimos desorganización y desesperación por la pérdida sufrida. Tenemos síntomas de estrés como fatiga, insomnio, dolor de cabeza, pesadillas, problemas en el estómago, sensación de un nudo en la garganta. Desinterés, falta de concentración, no se para de hacer algo, apatía, imágenes que de pronto vienen a la mente sin quererlo, sin que nos demos cuenta y crean intranquilidad y angustia.

Pero no hay que temer…con el paso del tiempo las emociones se tranquilizan y vemos las cosas de una manera mas realista. Vamos sintiéndonos más independientes, menos tristes, menos resentidos, menos culpables y vamos encontrando nuevas formas de disfrutar

3 comentarios:

  1. y yo que iba a empezar un sábado bonito con risas y paz por doquier y ahora leo tu post y traigo a la memoria que ayer me dijiste que me ibas a dedicar esa canción a mi, buaaaaaaaaaaaaaaa

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  2. jajajjajajajjaa...es que no sabia de lo que trataba la canción..solo la había escuchado y sonaba bonito..
    jejejeje...eso no es como para dedicartelaaaa mi firus lindo
    muaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  3. Menos mal que todo pasa, uff! que angustia, aderezado con buena música, menos mal. jejeje.
    Las verdades que acabas de decir Mirella....
    Un abrazo.

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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...