Bitácora
del Capitán de la Octava Generación de la Nave Interestelar Gaia.
Los ingenieros a bordo de la nave
Gaia, se dirigían a un planeta oscuro y frío situado en el brazo de Orión, que continuaba
girando en solitario alrededor de un anillo luminoso de gas y polvo rojizo
destinado a ser, en pocos años, una enana blanca. Su misión era la de remover los planetas considerados muertos con el fin de ser absorbidos nuevamente como
polvo estelar.
Según explicaba el jefe de ingenieros
a sus nuevos integrantes, hace millones de años, la atmósfera de este planeta
estaba compuesta de una mezcla de gases inestables, que pudo permanecer estable
durante mucho tiempo debido a la vida que en el existía. Toda la biosfera del
planeta era un solo organismo en el que cada una de sus partes estaban
relacionadas y a la vez, eran independientes. Toda la vida que existía
funcionaba como un sistema homeostático, es decir, se conservaba a si mismo
adaptándose a los cambios e incluso, alterando su propio medio ambiente si lo
consideraba necesario para sobrevivir, en pocas palabras, el planeta era un ser
vivo (1)
Tenía inteligencia y creatividad, por
ese motivo, durante millones de años pudo mantener su temperatura media a pesar
de la radiación de su estrella mas cercana, utilizando dos importantes movimientos: el
efecto invernadero que le permitió atrapar el calor proveniente de esa
radiación gracias a los gases que destilaban las plantas sobre su superficie y
al mecanismo tan perfecto de enfriamiento que producía el albedo de sus
cuerpos, de las nubes y de las algas en su enorme océano.
Pero desgraciadamente, este planeta
viviente que pudo exterminar civilizaciones y criaturas colosales, no pudo
acabar con una plaga que infectó sus mares, acabó con la vegetación y contaminó
su atmósfera, hasta convertirlo en un planeta errante, solitario y frío.
A la voz de mando, se encendieron los
reactores y se apuntó hacia los débiles campos magnéticos. En pocos segundos, el
último planeta que quedaba girando en el sistema solar quedó reducido a escombros
esparcidos en la galaxia. La Tierra era tan solo un recuerdo.
(1) Teoría de Lovelock.
Ese futuro estará aquí tal vez en doscientos años, porque nos estamos cargándonos el único hábitat que tenemos. Esa esfera, azul como ninguna, viva y con mecanismos de regeneración puede llegar aun punto de no retorno. Espero que ese capitán de nave intergaláctica ni legue a poder imaginarse, pero la manera de tomar el tema me ha encantado
ResponderEliminarUn abrazo y por un jueves de primavera con la conciencia de ser el único animal capaz de destrozar y haber inhabitable el planeta
Construir destruyendo acaba pasando factura. Un fatídico mal uso al planeta, y un futuro inminente que, desgraciadamente, quizá no estemos a tiempo de revertir.
ResponderEliminarMuy buen texto, querida amiga.
Abrazo grande, y feliz tarde 😘
Un texto muy original y a la vez basados en teorías científicas.
ResponderEliminarBuen relato. Un toque futurista y fantástico con nave galáctica incluida para un posible final de nuestra querida Tierra.
ResponderEliminarGracias por participar.
Bss.
Me has trasportado a un futuro viviendo en una nave hasta lograr encontrar un lugar donde empezar un nuevo mundo..es como visualizar en un futuro no muy lejano que tendremos que irnos de nuestro planeta pq por nuestras malas acciones lo hemos destruido .
ResponderEliminarMe gusto mucho la manera que lo has planteado .
Un fuerte abrazo y feliz noche.
Casi llegamos al punto de quiebre, muy buen relato
ResponderEliminarAbrazos
Esperemos que no lleguemos a eso tan terrible, la gente tarde o temprano secdará cuenta de lo que estamos haciendo co nuestro planeta.
ResponderEliminarUn abrazo
Magistral relato. Y además demuestra que no se ha aprendido nada, en ese futuro, porque se hace algo tan drástico como destruir un planeta.
ResponderEliminarBien contado.
Besos.
Un excelente relato de ciencia ficción muy bien contado. Me ha encantado y además me ha resultado curiosa la teoría de Lovelock de la que no había oído hablar. Te felicito.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte.
Un beso
Tal vez así terminaremos...
ResponderEliminar=(
Un abrazo