Hace 23 años, un 10 de Mayo empezando el día, se
apagó una luz muy importante en mi vida, una que fue mi mayor guía y me enseñó
gran parte de lo que soy. Nunca su vida saldrá en algún libro por haber hecho
algo prominente ni extraordinario, pero su vida fue relevante, notable y se que donde vivo, hay muchas personas
que lo recuerdan con aprecio y gratitud por haber sido mas que un profesor, un amigo. Mi padre era todo un señor, como quedan pocos ahora, fiel a sus
convicciones, incorruptible y compañero como el mejor en cualquier trabajo que
desempeñara y mas aún, sin importar el nivel de cargo que ocupara jamás dejo de
mirar para abajo…Hace 23 años se marchó y nunca mejor dicho…prefirió irse antes
que alguna de sus hijas tuviera que ser su donante…pero solo se fue en cuerpo y
siguió cuidándonos desde el otro lado, como hace un año cuando mi mundo parecía
pender de un hilo y mis esperanzas cada vez mas frágiles se iban rompiendo
frente a mis ojos…
Sebastián nació un
10 de mayo, hace un año, y fue una de esas alegrías que duran poco menos de una
hora. Pronto tendríamos que saber que por su delicado estado no pasaría la
noche…y rezamos…y nos juntamos en abrazos de familia que son los que dan fuerza.
Y las horas de la noche pasaron y llegaron las del día…y pasaron los días y las
complicaciones venían una detrás de otras pero Sebastián aún se mantenía
aferrado a la vida haciéndose cada vez mas un espacio en nuestros corazones
con su sonrisa inocente y sus enormes ganas de vivir.
Ha pasado un año
y continúa luchando, no se realmente si me ve cuando sus ojazos negros me miran
de la misma manera que me vio un día en el hospital y yo imaginé que me decía…”Hola
abuela, tenía tantas ganas de conocerte”, no se si son cosas mías, pero cuando él
está conmigo no llora y duerme….duerme mucho dicen sus papás, quejándose de que
a ellos les hace pasar malas noches y conmigo apenas despierta para comer, pero
es que ellos no pueden ver lo que veo yo. Cuando le canto, Sebastián se aparta
un momento de su pequeño y propio mundo ajeno al nuestro y se siente en casa... y descansa…descansa
de estar todo el tiempo buscando la manera de hallar el camino hasta nosotros.
Se que esto no es
fácil, pero nada en la vida que valga la pena lo es…quizás y sea como dijo una
doctora y no haya mucho mas que hacer sino mejorar su calidad de vida, pero a
veces los doctores saben mucho de medicinas y de órganos, pero no saben mucho
del amor y así como un día se libró de infecciones, de pulmonías, de soplos al
corazón y de síndromes mortales, se que Sebastián aunque no llegue a ser el niño
mas inteligente y mas ágil del mundo, será mi bebé feliz por siempre…
Y se que
mi papá desde ese día no se aparta de él y lo protege, así como sé que esta noche me está
escuchando y me da
alientos para seguir y ser la fuerza que necesita mi hijo y su esposa, porque ellos a pesar de ser a veces lo inmaduros que representan sus cortos años, han demostrado tener el coraje que se necesita para llevar a cabo hasta lo imposible y lo que está mas allá de sus manos para hacerlo feliz…. parte
de la felicidad de Sebastián está por llegar en 2 días y se llama Sofía de
Jesús…
Las cosas suceden
siempre porque deben suceder, por una razón... nada es al azar, ni aún lo que se planifica…
Un beso y muchas bendiciones a Sebastián.
ResponderEliminarSaludos.
Con todo mi cariño te mando un fuerte abrazo que quiero que te dé un poco de conformidad y valentia para seguir.
ResponderEliminarUna madre jamás olvida el nacimiento de su hijo. ¡Felicidades!
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