Tú te crees ser dueño del corazón perfecto? Crees que porque sufro una y otra desilusión en mi vida me alejaré cada vez mas de la mencionada perfección de la que tanto haces alarde?
Yo se bien lo que he vivido y mas aún, cada vez que acumulo mas años, me doy cuenta de que esto vivido, sea bueno o malo..sea alegre o me haga daño, me hace acumular experiencias y sentimientos que me han llevado a ser lo que ahora soy. Cada vez que me hirieron me vi forzada a mejorar, y después que se han curado mis heridas a continuar..
No me siento mal por tener el corazón tan lleno de parches, se que siempre voy a buscar el amor y que voy a encontrarlo y también a perderlo una y otra vez, porque cada vez que pienso que al fin encontré el verdadero algo hace que se convierta en uno mas…
Con cada amor nuevo renazco, con cada uno que termina le abro una herida mas pero estoy orgullosa de tener mi corazón lleno de cicatrices. Hoy en día parece que lo encontré de nuevo…¿mañana? Nadie sabe que sucederá mañana pero no por eso me quedaré sentada sin buscar quien haga sentir mi corazón, quien llene de palabras mágicas mis oídos, quien le de color y formas a las nubes, yo no voy a ser como aquel joven que se enorgullecía de tener el corazón mas bello porque no tenía ni una cicatriz..ni una mancha..era un perfecto corazón y esta fue su historia…
“ Aquel día un joven, se situó en el centro de un poblado y proclamó, que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaba en él un solo rasguño. Todos concidieron que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aún y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo:
-"¿Por qué dices eso?, si tu corazón no es tan hermoso como el mío".
Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos, y éstos habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían bordes y aristas irregulares. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió, "¿cómo puede decir que su corazón es más hermoso?" pensaron.
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado se echó a reír.
-"Debes estar bromeando" dijo-"comparar tu corazón con el mío ... el mío es perfecto, en cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor".
-"Es cierto" dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo ... mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado, muchos a su vez me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque me recuerdan el amor que hemos compartido. Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio; de ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgado pero, a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando, y alimentan la esperanza de que algún día regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón. ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?".
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez, arrancó un trozo del suyo, ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó pero no a la perfección.
Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior. y ahora ven y dime... ¿Sigues teniendo un perfecto corazón?