En
1871, su padre llegó desde Francia a España y construyó una tienda con grandes
ventanales, pisos de mosaico y mostradores de mármol. Él heredó el lugar al
morir su padre en un accidente mientras mostraba un arma a un cazador, sin
percatarse que esta sostenía una viga floja del techo que cayó y los mató en
seco.
Un
día llegó a la tienda una joven viuda con su hija, quien había perdido a su
esposo por culpa de la gripe rusa que azotaba Europa y se enamoró perdidamente
de ella, pero luego de casados, las dos mujeres se volvieron muy caprichosas y
sus gastos en viaje desencadenaron frecuentes peleas en la pareja.
Cierto
día de regreso de un viaje de negocios, encontró que el sótano que había
mandado a construir para guardar mercancía, se había convertido en un burdel
para hombres adinerados y en medio de una fuerte pelea, el hombre les pidió que
se marcharan.
Esa
noche, mientras celebraba con un vaso de whisky su soledad y su nuevo estatus
de cornudo del pueblo, sus manos se fueron quedando rígidas y su vaso cayó
mientras con una mueca de dolor y horror, el tendero se dio cuenta que ella,
antes de partir, lo había envenenado.
Al
año siguiente, la esposa en Inglaterra recibió una carta que le informaba que
ella era la única heredera.
Al
fin!!- exclamó la mujer llena de alegría y pensó que lo primero que tenía que
hacer, era comprar vestidos elegantes para su regreso triunfal. De inmediato
redactó un telegrama a su querido amigo, el Alcalde: “Southampton, abril 1912. Acuso
recibo de comunicación. Participo de mi pronta llegada. Besos”. y la
envió con el mensajero del hotel, quien antes de llegar al correo, fue atropellado
mientras iba en su bicicleta y la carta nunca se envió.
Al
llegar la fecha del viaje, agarró sus maletas y sin que su hija se diera
cuenta, se marchó a Nueva York en el nuevo transatlántico de lujo que le
auguraba una nueva vida. El resto es historia.
Ah!...la
hija terminó pobre y murió de vieja
El reto de este jueves viene de mano
de EL VICI SOLITARI quien nos anima a escribir una
historia con estas características:
• Lugar:
en una tienda / ultramarinos.
• Personajes
principales: una viuda y su hija adolescente, un ciclista, un cazador sin arma
y el tendero.
• Cada
uno debe morir de una manera diferente.
Me han encantado las muertes de ambas mujeres! La madre por sugerir que murió en el Titanic y la hija de vieja... Pues claro... no se nos habia ocurrido a nadie! Lo más normal del mundo! Je je! Un abrazote Diva!
ResponderEliminarJajjaa... Esa sí que era una escopeta importante.
ResponderEliminarY la muerte diferida, en que la víctima se da cuenta cuando , aparte de ser tarde , no se puede vengar ha estado genial.
Abrazooo y gracias por participar con tan poco tiempo
Tomaste la convocatoria en una forma innovadora que se ajustaba a la premisa. Que no especificaba que fuera en el mismo período de tiempo.
ResponderEliminar¿Por qué la viuda pensaría en viajar tan lejos para comprar vestidos elegantes? Sobre todo antes de cobrar la herencia, que tal vez se quede sin destinatario.
Eso sí. La madre y la hija eran bravas. Debieron ser muy intensos y lujuriosos los encuentros en ese burdel subterráneo. Más de algún adinerado debió de queren intimidad con ambas.
Me gusta tu selección de la música que acompaña cada relato. Como en este caso.
Cerati es uno de los grandes.
Besos.
Excelente Diva, bien gestionado el reto. Un abrazo
ResponderEliminarExcelente historia, me gusta como fue ocurriendo todo y el final, como bien dirían por allí "el que las hace las paga" y a esta señora su castigo le llegó de la manera menos imaginada.
ResponderEliminarEl tema musical excelente, Cerati me encanta.
Un abrazo.
PATRICIA F.
A cada quien le llegó la hora en distinta forma y sin que nadie pudiera asegurar su desenlace. Muy buen aporte para este jueves de muertes desencadenadas. Un abrazo diva. Buen inicio de semana!
ResponderEliminarExcelente este relato gotico. Me ha gustado mucho y me parece muy original.
ResponderEliminarAhogarse en el Titanic y morir de vieja son opciones muy imaginativas. Un abrazo y mi felicitación, Diva
Hay algo de melancolía en tus relatos, como un alma vieja fuera de tiempo.
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