La distancia tan solo se mide con tus caricias

Adoro estos momentos tranquilos que pasamos compartiendo, los dos juntos, como siempre…

Como te espero cada día…como se detiene el tiempo cuando entras en mi espacio y yo lucho contra esta impotencia de querer darte un beso que no se pueda escribir y así darte las gracias por venir…por hacerme sentir… gracias por hacerme tan feliz…por enseñarme que la felicidad habitaba en el mover de mis pestañas al cerrar los ojos y pensar en ti…gracias por descubrirme la diferencia entre un segundo normal a uno junto a ti, gracias por regalarme esta fragancia que puedo sentir a tu lado y huele a eternidad.

Yo, que muchas veces confundí los reflejos frente a mis ojos, quiero dejarte cada noche un poquito de mi aroma para no confundir las estrellas con luces de neón y es que sucede que a veces tu aroma envuelve mi ser y ese ser crece hasta ser capaz de retar al tiempo, a la distancia y a las secuencias, sabiendo que un fragmento tuyo no tiene consecuencias… solo hay amor en esta mujer.

Basta para dibujar el cielo un te quiero. No... no lo niego, alguna vez reñiremos aunque lo mejor sería que solo hubiera paz pero prefiero mil veces la guerra contigo que la paz sin ti, ahí donde nuestras armas serán los labios pues yo solo concibo la guerra cerca de ellos sobre los míos y no reconozco más bandera que tu cuerpo, no reconozco otra tierra donde yo quiera estar que la que va de tu piel a la mía y no conozco mas frontera que la línea indivisible entre tu cuerpo y el mío. Amo todo de ti, allí donde tus ojos encuentran mi verguenza y empiezo a querer tanto a la vida que la distancia se mide en tus caricias, donde tus manos se atan a mi cintura, allí donde mi verguenza es el reposo de tus jadeos y mi boca anclada en ti se encuentra, allí quiero hallarte…alli te busco…alli te siento, eres mi paraíso…allí nos encontramos, nos perdemos y nos volvemos a encontrar sin prisas mil y una mil veces mas para comenzar de nuevo esta historia sin pausa, en ese lugar en donde tus labios, tus ojos, mis dedos, tu corazón y mis pensamientos hicieron del pecado una virtud.