Me gustan mis años...

Envejecer tiene sus pro y sus contra...por un lado es verdad que la salud se reciente víctima del desgaste normal de los años. Nos atacan la tensión, la diabetes, problemas de los huesos, dolores musculares, aparte de todo lo que hoy en día se le ha dado por llamar estrés y que es causante de muchos desarreglos celulares como el cáncer...pero por otro lado, nos enseña a comprendernos internamente y lograr encontrar nuestra paz interior…

Atrás van quedando esas rabietas juveniles que nos desesperaban a tal punto de ahogarnos en un vaso de agua, lejos dejamos esa carrera contra el tiempo por querer hacerlo todo de una sola vez y encontramos que el tiempo no es el que arregla las cosas sino uno mismo…comprendemos y aceptamos nuestra realidad, como la única manera de liberarnos de preocupaciones, sufrimientos, miedos y de ese dichoso…estrés, porque también aceptamos que hay cosas que no tienen solución y a esas, hay que ponerlas dentro de una bolsita de papel imaginaria, atarlas con una cinta de colores y luego arrojarlas al viento en forma de globo de la felicidad...(previo incendio con un fósforo biodegradable para no contaminar)

No digo que tengamos que ponernos en posición de yoga, ni levantar los brazos ni rezar alguna oración milenaria...se trata de respirar…de tener tiempo para pensar y meditar sobre lo que nos sucede, buscando dentro de nosotros la razón de porque suceden algunas cosas, porque como dice el dicho:

“Cuando entendí que el problema no estaba en ti sino en mí, encontré la paz interior” Maestro Shifu (Kung Fu Panda)