Los padres quisiéramos proteger a nuestros hijos de tantas cosas…peligros en la calle, de las malas amistades, de un mundo falto de cariño, de sus miedos….quisiéramos que siempre fueran niños y que estuvieran bajo nuestro cuidado y que no sufrieran pero no siempre podemos.

Nuestros hijos crecen y con ello su mundo. Conocen personas en el vecindario, en el colegio, en su trabajo y van creando un nuevo entorno lejos de nuestros brazos donde cada vez se nos dificulta mas cuidarlos.

Como duele ver a un hijo sufriendo…sobre todo de un dolor que no podemos evitarle. Como duele sentir que ya empieza a darse cuenta que su mundo no es perfecto, que cosas como la muerte no le pasan solo al hijo del vecino. Como siempre que sucede una pérdida de este tipo no puedes…tan solo puedes acompañarlo, amarlo y decirle que estás con él, que tu dolor también es tuyo y que los amigos se van pero el recuerdo nunca…

Como te sientas a explicarle las razones que puede haber tenido un muchacho que aún no cumplía 20 años para quitarse la vida si aún empezaba a conocerla…como no dejar de sentir que ese hijo de alguien pudo haber sido el tuyo…Esta noche siento un dolor muy fuerte…mi hijo está sufriendo la perdida de un amigo y yo sufro con él…