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- Lo siento…se que no debí pedirte este favor, pero de todas las personas que conozco tú eres el que mejor escribe..
Y nada mas cruzar la puerta ella tiró las llaves que fueron a dar al fondo de un cajón repleto de fotos y cartas en sobres cerrados. Ella por un segundo se quedó mirando como dudando si aquello que se encontraba en la caja fuera algo desechable…Silencio.
- Siéntate...estás en tu casa. Busca el lugar donde te sientas mas cómodo para empezar a escribir.
Pero mientras ella dejaba parte de su ropa en su cuarto yo miraba esas fotos que sonreían y pensaba en el motivo por el cual hace un tiempo sonrieron…la mayoría estaba dedicada a una vida pasada que merecía sin duda un mejor lugar que esa caja…
Ella me pidió un día que me encargara de contar su verdadera historia porque muchas veces lo intentó y se perdió en una niebla espesa que cegaba su mirada, y me eligió a mi para contar sus silencios, sus miradas, sus risas…y sus llantos en noches que no pudo dormir…
- Dale color a mi vida – me dijo – tu sabrás decorar el pasado.
Ella regresó con una de sus sonrisas enormes, esa que hacía parecer que nos conocíamos de toda la vida y me pidió que buscara el mejor lugar donde comenzar a trabajar
Al final del cuarto tipo estudio había una pequeña ventana con una lámpara que pendía del techo y que le daba un tono acogedor a la habitación…Siempre fui soñador y mi imaginación me hacía ver cosas que nadie mas veía, por eso podía ver en cada rincón besos doblados y palabras colgadas entre las cortinas..
- Es aquí…este lugar está perfecto.
Sin querer o tal vez queriendo, empezaron a fluir las palabras encadenadas con las cuales ella me iba relatando lo que pasó con su historia… Pasaron cuatro…cinco horas, para mi fueron segundos porque al verla mover sus labios a través del cristal de unas copas pintadas por su labial en el borde, mi tiempo se detenía mientras imaginaba que la historia que contaba era la mía, que sus recuerdos y las fotos que guardaba eran las mías..
Yo apresuraba los dos últimos jalones de mi cigarrillo para evitar mostrar mis ansias…
- Recuerdo cada momento que pasé, cada fotografía la guardé igual que sus cartas…sus regalos, sus palabras y cada canción que me envío cuando todo terminaba…aquí está todo, son mis recuerdos.
- En esta caja, está todo lo que me quedó de él… me decía entre suspiros que cortaban el intento de soltar sus lágrimas…
- Pero…porque yo? - le dije mientras le seguía con la mirada por la habitación, yo sabía que sus movimientos disimulaban sus ganas de romper su fachada de olvidos.
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- Ya te lo he dicho muchas veces. Me gusta todo lo que escribes.
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- Pero tú escribes mucho mejor, lo sabes…Deberías ser tú quien cuente tu historia…me gusta como escribes..
Mentiras. Ya no nos gustaba solo lo que escribíamos…
- Tienes hambre? En la cocina coge lo que gustes. Esta es tu casa
Y comenzó a abrir y cerrar las puertas de los muebles…
- Aquí puedes encontrar café…té…
Yo la seguía por toda la habitación para encontrar su mirada, pero ella ya no me miraba, solo abría cajones buscando algo…
- Lo siento..no encuentro el azúcar..y se que tenía miel en algún lugar pero…
No la dejé terminar, me acerqué a ella y con un dedo roce sus labios
- No hace falta, aquí esta toda la miel que necesito
...............Creo que aquí comenzó otra historia…