Antes que nada, le pido disculpas al grupo por excederme por primera vez de las 350 palabras, pero quería realizar esta entrada sin dejar a nadie por fuera. Espero me disculpen..es solamete esta vez.
La
escena estaba servida, las luces a medias, la espesa niebla recorría los
rincones y el final…el final no se podía predecir con certeza…A veces sucede
que las ideas pululan alrededor de la cabeza como un enjambre de insectos
alrededor de la carne putrefacta, punzando los ojos y boca malheridas…
A lo
lejos, el sonido de unos tacones, golpeaban con firmeza contra el asfalto. La
mujer podía sentir como las sombras acechaban y salían a su paso como
anunciándole que no estaba sola. Algo le decía que esta vez no era una de esas películas
al estilo de Danza y latidos. Asustada entro a un bar y allí estaba Hugo
Lestrade, quien le invitó una copa que bebió hasta el final.
En un hilo de voz,
la mujer le susurro: Sé que hoy es mi final…pero no será contigo. La astuta
mujer, previendo sus planes, cambió las copas de lugar y Lastrade cayó al suelo
sin vida mientras la mujer escapó de aquel bar llamado Campirela, antes de que
llegara la policía.
Tomó
un taxi y se dirigió al set de grabación, el único lugar en donde encontrar a
quien pudiera salvarla. Frente a ella, un apuesto caballero de traje oscuro y
mirada siniestra la observa diciendo: - Esperaba más de ti, esta noche volveré
a buscarte, querida- y la figura se transformó en una Mujer de negro que le hizo salir corriendo.
A la
mañana siguiente, despertó y se dió cuenta de que todo había sido un sueño y con un sutil
maquillaje intento ocultar las ojeras. Una punzante carraspera le lastimaba la
garganta, pero sigue repasando su guión – ella sabe que la memoria y la
interpretación no eran lo suyo, ella no era como aquellos Artesanos de la palabra
que querían siempre quitarle su papel.
Al
empezar el rodaje ella se acercó a su compañero de escena y sin poder
resistirse, se entregó a su baile; era tan guapo y se movía con tal precisión y
gracia que el cuerpo dejó de responderle. De pronto, cayó en cuenta de que todo
otra vez, era una trampa del Demiurgo ¡No podía creerlo!, era Lastrade de nuevo
tratando de acabar con su vida.
- Tengo
un mensaje de parte de las Hermanas de Suzzete, jamás saldrás
con vida de este lugar. ¡No pueden existir más "Reinas del Grito"!,
¡no más actrices perseguidas por psicópatas que las quieren matar!. Así que
dile a tu jefe el Demiurgo, que no más escenas de Amores y relaciones, avisada
estas.
Debe
ser un efecto colateral. Hace un tiempo acudió al médico por una molestia en la
garganta que resultó ser cáncer avanzado de laringe que decidió operar, pero al
hacerlo perdió su habilidad para emitir sus gritos y fue reemplazada por la nueva
reina del grito: Marifelita
Ahora,
aunque cobraba una cantidad de dinero nada despreciable, gracias a Tracy
su agente, sus papeles eran secundarios, y muy alejados del universo Maraverso,
como el de la gitana Esmeralda, un personaje terrestre enamorada de ese
"hombre desdoblado"…pero los días pasaron con monotonía alejada del acoso
y seducción de sus asesinos. Esto no es vida para mi, se decía en sus adentros,
debo hacer algo al respecto
Es por
eso que hoy se ha levantado totalmente decidida, después de otra noche recordando
su pasado por oníricos laberintos del Neogéminis y ha resuelto poner fin a
lo que la angustia: parada frente al cristal de su penthouse se encarama sobre una
cajonera y sin titubear se deja caer… esta vez, sin gritos.
Abajo,
sin saberlo, se encontraban policías, bomberos y paramédicos junto a una red que
amortiguaría la caída y la salvaría de la muerte segura. La actriz no podía
sospechar que el escritor se había anticipado a sus deseos de morir y logró
rápidamente evitarlo y antes de que la reina del grito pudiera salir en su persecución,
salió volando por la ventana sin reparar en su desnudez que cubrió con un
cartel del restaurante vegano Nino Ortea, y desde entonces no se
ha quitado el anuncio ni para dormir bajo el puente donde permanece escondido
hasta que a Regina se le quite el enfado…
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