Sus pensamientos
eran casi siempre los mismos al comenzar el día y lo que mas le molestaba, no
era que la luz del amanecer le pegara de lleno en la cara, sino que cada vez se
despertaba mucho antes de que sonara su alarma…¿De que le servía madrugar si no
existía nada que la hiciera saltar de la cama? Siempre pensaba lo mismo
mientras se dirigía como autómata a su rutinaria tarea matutina…poner el agua
para el café, preparar tostadas de pan
integral y apresurar el coctel de pastillas que la ayudaran a sobrellevar el
día…¿No sería mucho más sencillo que el reloj sonara y no hubieran oídos que lo
pudieran escuchar? No sería mejor que los sueños se quedaran para siempre
dentro de un cuerpo que no quisiera despertar?
Este era otro jueves cobarde como dice
Sabina …¿o quizás era martes? ¿A quién le importaba si era 2 de julio u 11 de
septiembre si todo era lo mismo de siempre?...Pero, si era jueves, a menos que
el calendario en su pared estuviera errado…¿para que lo había remarcado?...Mientras
trataba de recordar que tenía de especial ese día, el televisor comenzaba a
clonar las noticias de ayer con desparpajo, los políticos con su esquizofrénica
parafernalia acaparaban los medios en medio de tostadas insípidas y un café amargo que era capaz de borrar cualquier
sonrisa en este largo y tedioso día…¿Cuánto tardaría en llegar nuevamente la
hora de dormir? ¿Porqué razón los niños crecieron?¿En qué momento la casa se
quedó tan vacía? Anteriormente, todo era un corre corre, preparar los desayunos
según el gusto de cada uno era una odisea, los uniformes, el peinado, donde será
que escondieron los zapatos..? y después de largarlos en el colegio, sin haber
terminado de lavar los platos, había que empezar a pensar en el almuerzo…
Es mediodía,
hora de almuerzo, y no le hacía ninguna gracia cocinar para ella sola….subliminalmente
le daba lo mismo hacer un huevo duro o un par de huevos fritos, como el reloj
de pared en forma de huevo que indica que ya casi es la una y que no hay nada
mas que barrer, nada mas que lavar…¡¡Cuanta diferencia de aquel cerro de ropa
llena de mugre y manchas de bocas grasientas en los puños de las camisas…!! Tan
diferente como era ella que siempre renegó de usar reloj para no depender de
horarios y que hoy mira las horas descontando segundos…
A las 3 de la
tarde, revisa su correo y emprende alguna historia inconclusa para tener que
hacer algo el día siguiente, escribe de sus recuerdos y de cómo hace algún
tiempo lo único que contaba eran estrellas…quizás se duerma la siesta, o se
quede sentada despierta, esperando las seis de la tarde cuando las nubes corran
a ocultarse para no ser descubiertas por la luna
- Deben ser jóvenes – piensa - la luna
solo tiene ese poder de hechizar la mente de los jóvenes y enamorados, en
cambio ahora, solamente me sirve para saber que ha concluido otro día…
Se
acuesta y toma el reloj de su mesa de noche para colocar la alarma a las 6:00
am, como tantas noches, como siempre… pero algo que ve la hace dejarlo de nuevo
en su lugar… Esta vez, no quiere escuchar el metálico y repetitivo sonido de su
alarma, no hace falta, al llegar la madrugada tan solo se escuchará el canto de
las aves en su jardín, y el ruido casi imperceptible del segundero de un reloj acompañado
de un frasco vacío de pastillas para dormir frente a un calendario remarcado…