26/6/24

Jueves de relatos: El espejo

Trato de encontrar ese reflejo que sonrojaba mis pupilas

y que no encuentro ni en el más oculto recoveco

quisiera llamarte a gritos, despertar algún fragmento de tu alma,

pero los pedazos de este espejo

solo muestran el oscuro rincón donde se esconden los recuerdos…

Tal vez las palabras sean lo único que persista

en el enorme vacío por los siglos de los siglos

reflejadas como estrellas en los afilados fragmentos

que amenazan con acabar con la existencia

de cualquier intento por buscarte en pensamientos…

Pero la muerte no acaba con la vida

porque la muerte solo acaba con el tiempo

tiempo que se detuvo el día que te fuiste

y me dejaste como sombra aburrida, tan lenta y tan fría

como un reflejo sin rostro y sin peso

tan solo un disfraz, un adefesio

que de vez en cuando se asoma a buscarte en este espejo…

...---...

En este Jueves de relato, Mag invita a escribir sobre los espejos...y que mejor que darle forma a la sensación de querer ver de nuevo un reflejo que echo de menos en este lado del espejo...

 

25/6/24

SUI GENERIS (1969-1975) (2000-2001)

ANECDOTAS
Los habían rechazado en catorce grabadoras. Un chico que era el manager de ellos, Pierra Bayona,... me llamaba y me decía "Billy, tengo unos pibes que matan". Un día me hinché las pelotas y le dije "Negro traémelos, no me hinchés más las bolas"... Hicieron una prueba y cantaron "Canción para mi muerte"... Corté un acetato, en la época no había cintas, y lo escuchó Jorge Álvarez en la oficina de Microfón, de la Talent. Le digo "Mirá, escuchá a estos pibes que matan". Cuando terminó de escuchar el disco, el acetato, me mira y me dice "Billy, esto no es rock and roll, dejate de joder". Y digo, "Jorge, exactamente por eso, porque esto no es rock and roll. Esto es otra cosa. Van a matar." "Me parece un tango" [agregó Álvarez]. "Precisamente por por eso, es otra cosa, me parece que estos tipos encontraron una fórmula fantástica". Jorge Álvarez los contrata, sale el disco Vida, que fue grabado en dos días, que vendió 400.000 discos en una época que el único que vendía era Palito Ortega o Sandro. Los famositos del rock vendíamos 400 discos, éramos under, nadie vendía. Cuando este pibe (Charly García) sale y vende tanto, cambia el mercado.
Billy Bond


y...
 
y,,

23/6/24

Promesas en el viento...


 

Todo comenzó un buen día de mes de octubre, en un viernes nublado a veces, y otras con soleado calor, cuando el verano empezaba a retirar su manto y de vez en cuando las traviesas ninfas se asomaban y variaban el clima con ratos lluviosos y otros de cierto calor, ya en vísperas de un invierno que se asomaba con fuertes heladas y un cielo que empezaba a escurrir su tristeza ante la llegada de las tormentas de los tiempos que corrían… 

Y tengo que ser clara en este relato, al decir que si los escribo es para poder en el futuro recordar la ilusión y el amor que me une a cada uno de los lugares…En fin, que aún no estoy preparada para encontrar el exacto lugar donde conseguir cambiar y transformar este espíritu viajero y desterrar mis pensamientos en el espacio y tiempo de los lugares que ocupas y de los cuales invocamos conocer…

¿Acaso en el siglo XIV o en el XXIII nos volveremos a ver? ¿Volverá todo de nuevo a tener la gloria, el esplendor, y sinigual belleza de nuestras tardes por estas vivencias de peculiar belleza entre casas, palacios y estrechas callejuelas?

Todo podría comenzar de nuevo, la brisa soplando suave, tibia en otro mes de octubre…todo de nuevo como magia y ese viento de siempre como en un eco, murmurando palabras algo imperceptibles en otras épocas que ahora aún no conocemos ni nada podemos imaginar…solamente esperar que ocurran de nuevo.

9/6/24

Vuelos nocturnos


Ya no más jardín de versos...

ni besos ni amores convexos…

ya no más praderas ni campos

ni charcos donde soltar mis demonios,

el suelo es el consuelo de tontos

 y el cielo es algo nuevo por experimentar…

Es poderse colgar del fino hilo del peligro

 en la debilidad e hipnotismo

de ese crepúsculo ardiente

que guarda secretos imposibles de contar

sobre ocasos de mar enterrados en el olvido,

sin acuse ni recibo

 y sin ganas de volver a empezar

esperando ser soplada por el viento

 y en complicidad de un tiempo que no volverá,

 levantar el vuelo