La muerte
no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado...Yo soy yo, tú eres
tú....y lo que éramos el uno para el otro lo seguimos siendo... estamos unidos
tan fuertemente y a la vez tan suave, como cadenas tejidas con cabellos de
paja...
Llámame
como siempre lo has hecho...habla de mi como siempre lo has hecho, sin usar un
tono diferente... sin ponerte solemne ni triste...
Sigue
riendo de lo que nos hacía reír juntos y piensa en mí, porque aún sigo pegado a
tu cuerpo como el primer día ...
Que se
pronuncie mi nombre en la casa como siempre lo han hecho, sin énfasis alguno,
sin señal de sombra, con el mismo tono cariñoso con el que me reprendías por
robar comida a escondidas...
La vida
sigue igual y siempre lo será... El hilo no se ha roto…¿Por qué estaría yo
fuera de tu mente, tan solo porque estoy fuera de tu vista?
Te
espero... No estoy lejos, sólo al otro lado del camino, estirando y encogiendo el
hilo rojo que nos unirá por toda la eternidad...
¿Ves? Todo
está bien. Volverás a encontrar mi corazón ...volverás a encontrar mi ternura
acentuada...enjuaga tus lágrimas y no llores por mí si me amas... sabes bien
que te lo dije en serio... eres y serás el amor de mi vida...