Se
cuenta que una vez existió un irresistible vampiro que con sus enormes ojos azules, enamoraba a
cuanta chica encontraba despierta con sus ofrecimientos, aunque en realidad, lo
cierto era que se había olvidado de ese sentimiento pues su
corazón ya muerto, era tan oscuro que no podía sentir amor…Vivía en un elegante
barrio en los suburbios, mezclado entre esnobistas y talentosos artistas de un
circulo tan selecto que no aceptaba extraños dentro de sus fronteras…claro, a
menos que fueran hermosas rubias, pelirrojas o morenas…
Siempre
de fiesta en fiesta en su enorme fortaleza, pero ni siquiera junto a tanta
belleza evitaba reflejar ese vacío que hacía que su mirada provocara miedo y que
lo convertía en un ser frío y oscuro… Cada día que pasaba odiaba mas este
mundo, odiaba la soledad y ser quien era...
Un
día, una figura nocturna apareció de la nada, una chica despeinada y de
palabras sencillas le dirigió la mirada…no era como aquellas con las que él
acostumbraba salir, quizás hasta parecía medio alocada, pero se estremeció al
notarla.... ¿Que tenía esa presencia que lo hacía comportar de esa manera?
Cuando
sus miradas se cruzaron unos instantes, ella se estremeció al notar la enorme soledad en sus ojos, los
cuales eran temidos por todo el mundo, pero ella sin pensarlo un segundo, se
levantó y caminó lentamente hacia él… alzó su mano temblorosa y la puso en su
rostro, sabía que podía morir en cualquier momento y aún así, mantuvo la mano
en su piel fría acariciándole el rostro, mientras él permanecía quieto…
-
Se quién eres y se lo que puedes hacer
conmigo, te encontré sin saber que te buscaba y aunque se que puedo morir en
este instante, prefiero un minuto a tu
lado, que vivir una eternidad en el infierno de no conocerte…
Él cerró los ojos y una lágrima asomó
tras sus pestañas…ella le abrazó y con su calor despertó la pasión que él creyó
había muerto hacía mucho tiempo…
- Estás segura? …deberías escapar ahora
que estás a tiempo, prometo no seguirte
- Esa sería mi muerte…el no verte
- Si te muerdo serás un vampiro y tu
corazón se volverá de hielo y frío como el que yo tengo..
Ella no se movía…permanecía frente
a él ofreciendo su cuerpo y entonces él se acercó y la mordió suavemente, lo
suficiente para sentir tan solo una gota de su sangre y entrar los dos en
espasmos sin interrupciones
-
Quiero mas…
-
Solo una gota cada noche y así estaremos
juntos por siempre…
Y así fue como cada noche entre
besos y caricias, los dos cuerpos se juntan para amarse y entregarse hasta que
salga el sol y mientras la sangre de ella a él le da vida, ella se condena a
vivir en la nocturnidad de sus días, siempre en secreto, escribiendo en las
noches el amor prohibido entre una medio humana y su amor vampiro..