....Al cruzar la puerta, Ana vio
una mujer embarazada rodeada por mujeres que con sus huesudas manos trataban de
sacar el bebe que llevaba en su vientre. Ana vio con terror como la mujer era brutalmente
golpeada y colgada boca abajo hasta desangrarse …El horror verdadero llegó al reconocer en ese grupo a su abuela, quien con una copa llena de sangre brindaba la
llegada de "la elegida, la futura madre del supremo maligno"…Ana
entendió que hablaba de ella y alertada por los gritos de los perros y los
alaridos que pegaban su abuela y su tía desde el cuarto vecino, salió huyendo de la casa gritando: “ Soy una bruja…soy
una bruja”…hasta tropezar con el hombre que la esperaba esa noche fuera de la casa y que dijo ser su
padre: “Ana...no eres una bruja, eres la esperanza de acabar con la maldad en
este mundo…”.
Al tomar la mano de su padre, Ana sintió la presencia de algo
superior…un olor dulce rozó sus mejillas como un beso y al instante las brujas
desaparecieron en ese espacio que existe entre un cuarto y otro y que algunos
conocen como el umbral al infinito..
Mas historias macabras y de terror, para el Halloblogween en el blog de Charo
Me recordó alguna historia de Lovecraft.
ResponderEliminarCon la diferencia de que tu protagonista se rebeló contra su destino.
Bien contado y bien conectadas las dos convocatorias.
Un abrazo juevero.
Se me ha encogido el corazón leyéndote.
ResponderEliminarUffffffffff.
Un beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEscalofriante relato muy bien encuadrado para una noche de brujas. !Que horror la abuela una de las brujas! Menos mal que el padre esperaba por ella, sino fuese historia.
ResponderEliminarBeso
!!! Que miedo!!!. Después de leer tanto terror, me pongo a escuchar música alegre y pegadiza, que me recuerde a la realidad risueña de la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha gustado mucho la idea del espacio entre una habitación y otra que se conoce como umbral al infinito...quizás podrías desarrollar más esa idea...
ResponderEliminarLa escena que has recreado es verdaderamente dantesca, menos mal que para la protagonista todo acaba bien.
Muchas gracias por participar.
un beso
¿Conocer tus orígenes te condena a convertirte en simple pasajero de tu propio destino?
ResponderEliminarDos escenas, dos tiempos. Una sola existencia.
¡Saludos!
De principio a fin me ha encantado, dos escenas, la de inicio bastante espeluznante y la otra bastante esperanzadora. Muy buen relato! Besitos.
ResponderEliminarUn toque de buen hacer y de una ilusión nos trae con Ana , muy bonito pq a pesar de la maldad la bondad siempre prevalece .Un beso
ResponderEliminarMirella, un escalofrío me ha hecho sentir esa primera imagen que nos presenta tu relato. No sé si se puede huir del destino pero con tu modo de hacer lo has conseguido para Ana. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha dado miedo tu relato.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un besazo.
Qué pasada, Mirella. La familia de uno puede esconder un secreto terrible. Menos mal que la cosa acaba bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todas las familias tienen sus secretos.....unos espeluznantes como el inicio de tu relato, otros dulces y esperanzadores como el final. Muy buen relato, besos.
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