Hace ya como demasiadas primaveras
que escuche esa canción que decía: La felicidad
ja ja ja jaa…me la dio tu amor..jo jo jo jooo..y si…era yo una niña en esa
época..una de esas de trenzas largas, tan largas como la palmera de coco con la
que me comparaban a pesar de que no era delgaducha..pero lo que si era, es
feliz…
Por eso he llenado este tema de
niños con globos, por eso parece un jardín de colores, porque no hay nada que
se pueda comparar con los juegos de niños, con las risas al hacer la rueda, con
el escondite, los columpios, las fiestas de piñata…nada se compara con esas
tardes de vuelta de clases y encontrar ese pastel sobre la mesa…o esas
historias que los abuelos contaban llenos de magia y que encendían la mirada
con el brillo de titilantes estrellas…
Y entonces crecemos…si. Y nos
hacemos adultos..si. Pero a la llegada del primer hijo la felicidad se inyecta
de nuevas energías..retorna la aventura dejada en algún libro empolvado de la
universidad…en algún escritorio de trabajo….en alguna lista desparramada de
cuentas por pagar...y retorna con mucho mas brío, porque los hijos, no son solo hijos…son
el comienzo de uno mismo, es otra oportunidad para perfeccionarnos...es hacernos
niños sin dejar de ser grandes... es colocar un pastel en la mesa para cuando
regresen de clases…
Y luego, dejamos de crecer…si. Y
nos hacemos mucho mas adultos…si. Pero llega entonces el mas grande ejercito de
provocadores de alegrias..llegan con sus caras sucias...sus dedos llenos de
matequilla tocando los muebles recien tapizados…aparecen las pequeñas ladronas
de ese maquillaje guardado en algún cajón...esos incansables repetidores de
preguntas que te hacen sentir como el señor Wilson cada vez que escuchaba a
Daniel el Travieso acercarse…es entonces cuando tu quieto, aburrido y enmohecido
mundo, se llena de historias que contar a pequeños con brillo de estrella en la
mirada.. se transforma de nuevo en un parque de diversiones en el cual, sin
pensarlo dos veces, te subes a la rueda mas alta y desde la cima del mundo,
gritas…Realmente soy una mujer feliz!!!
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Y porque yo soy feliz.... aplaude
si sientes que la felicidad es la verdad... aplaude si sabes lo que es la
felicidad para ti... aplaude si sientes que eso es lo que quieres hacer...
Que bien lo has explicado!
ResponderEliminarQue maravilloso, si pudiéramos quedarnos ninos y disfrutar de esa inocente felicidad para siempre. Pero la vida es así, también es transformada como nosotros. Lindo texto, Mirella.
ResponderEliminarBeso
Yay, olvide decirte que la canción es preciosa!
ResponderEliminarLos niños son felices porque todavía no les han enseñado las muchas obligaciones que la vida exige.
ResponderEliminarBello texto.
Un beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa felicidad se siente bien cuando le quitas todas esas cosas que dicen lso adultos. Ponte ingenuidad, desvengüenza en el mejor sentido, no miedo al ridículo... y entonces, te importa un pepino todo y disfrutas de lo que realmente merece la pena.
ResponderEliminarAplaudo tu felicidad y que dure, mucho, mucho... Besos.
Buenas tardes, Diva:
ResponderEliminarMe alegra el leerte feliz, confío en que tu mundo fértil en sensaciones nunca se vuelva enmohecido.
No soy padre y, sinceramente, no me gusta la proximidad de los niños: me llaman la atención desde lejos, observarlos, pero en la proximidad no despiertan en mí ningún sentimiento paternal. Sin embargo, te leo y me replanteo si mis sentimientos son acertados o son sólo una manera de justificar mi decisión cobarde de no ser padre.
Un abrazo, Diva.
Si en algún sitio es factible encontrar la felicidad es en el universo mágico de la niñez. La ausencia de preocupaciones y problemas ayuda considerablemente a sentir esa sensación de ser felices y los niños apenas si los tienen.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Creo que nunca dejamos de crecer, hasta el último hálito seguiremos aprendiendo de cada vivencia y si nos predisponemos a sentir en plenitud cada instancia que la vida nos ofrece habremos hecho nuestra parte para comprobar que la felicidad resulta ser una actitud ante la vida, más que un sitio al que arribar o un tesoro que descubrir.
ResponderEliminarMe alegra saber que te sientas feliz, debe ser lo más valioso que se pueda sentir.
Un abrazo
Preciosa entrada , y nunca fue más acertado el tema musical , así es los niños nos dan esas sonrisas que vamos perdiendo con el paso de los años , no hay nada mas bello que ver contento y feliz a esos enanos traviesos.Un fuerte abrazo
ResponderEliminarDivertida entrada, o será mejor decir feliz. El vídeo es muy adecuado y esa reflexión me hace ver a una amiga que era muy rígida y que después de tener a sus tres hijos ha ido adoptando una expresión cada vez más feliz.
ResponderEliminarBesos.
La chispa de los niños, las golosinas, las caritas llenas de chocolate....sabes un secreto? Lo mejor es mantener un poquito del espiritu de tu niño vivo en ti. Me encanta tu forma,de ver la vida, besos.
ResponderEliminarLa chispa de los niños, las golosinas, las caritas llenas de chocolate....sabes un secreto? Lo mejor es mantener un poquito del espiritu de tu niño vivo en ti. Me encanta tu forma,de ver la vida, besos.
ResponderEliminarBueno que esa chispa de felicidad que tienen los niños personalmente yo no la tuve, pero siempre me hace feliz esas pequeña sonrisas y esa inocencia para descubrir el mundo
ResponderEliminarLos niños son fuente incesante de alegrías y felicidad. Me ha encantado tu texto, es un precioso modo de recordarnos esa sencillez infantil y belleza que siempre anida dentro de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tan bonita propuesta (te dejo mi participación: http://vientodepaz.blogspot.com.es/2016/10/la-felicidad.html)
La ingenuidad y verdad de los niños... Henchidos nos podemos sentir de conservar lo que una vez fuimos...
ResponderEliminarYo soy feliz con mi niña interior. A veces, hasta se me subleva.
Un beso enorme y preciosa y tierna tu entrada. Me ha gustado, en serio. Una sonrisa.