Esta semana regreso a los relatos de los jueves con un tema poco usual propuesto
por Juan Carlos… se trata de hablar sobre la medicina o los doctores..
Que
ganas tenía de hablar de mi amigo Luis...de él tengo muchas historias que
contar desde que lo conocí cuando era estudiante de medicina y yo, aún no salía de bachillerato…de su forma de ser que, aún con todos los reconocimientos obtenidos continúa siendo ese chico tímido que conocí en una fiesta…pero no es sobre eso que quiero escribir, sino sobre algo que me toco vivir como su paciente…
Quizás
por ese afecto que nos une se podría pensar que sus cuidados fueron sumamente protectores,
pero la realidad es que él es siempre así con todos sus pacientes, siempre animándolos, dándoles
esperanzas....como sucedió con esa mujer de unos 30
años que presentaba un cuadro clínico de metástasis y por lo cual sus
familiares se encontraban sumidos en el dolor ante su próxima partida..
Una
noche vi como llegaron al piso de la Unidad de Cuidados Intensivos unas mujeres predicando la palabra de Jesús y
una de ellas, se acercó a la madre de la chica y le dijo.
¿Quieres
rezar por ella?
La
madre le quiso hacer notar que no había ya nada por hacer, ni rezos, ni
medicinas, ni nada...
“Ya
no llores mas, lo que ella tenía, ya no lo tiene…”. Lógicamente la madre no
quiso ser descortés con alguien que solo quería darle ánimos y se puso a rezar
con ella.
Al cabo de unos días note como Luis llamaba a otros médicos para consultarles algo...abrían
expedientes…sacaban radiografías…hacían uno tras otro examen de sangre y al
final de la tarde dieron la noticia…Todo se estaba revirtiendo, los conteos
habían bajado y las manchas del pulmón apenas se notaban...no sabían como ni
porque, pero su cuerpo se estaba sanando…
Poco después, la mujer paso de la sala de UCI a un cuarto normal..y hasta llegue a
saber con el tiempo que había regresado con sus hijos…Nunca he olvidado la cara
de la chica que rezó al lado de su cama y aunque no la volví a ver por el piso,
la vi muchas veces en sueños diciéndome:
“
Recuerda siempre…los médicos son instrumentos por donde Dios realiza sus
milagros…”
....y no lo dudo
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Esta canción en realidad no habla de enfermedades en concreto, pero Gustavo Cerati quiso utilizar la imagen del cuidado médico para hablar del amor cuando compuso este tema. “Si algo está enfermo, está con vida”.
Bien por volver.
ResponderEliminarY con semejante relato, tan elocuentemente escrito. Describís a una persona muy especial, un médico destacado, humanitario.
Y tiene sentido esa conclusión.
Un abrazo juevero.
Sin duda que los milagros existen y que donde Dios pone su mano todo cambia de manera radical. Me ha parecido un precioso relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado tu forma de contarlo y me alegro de que esa mujer sanara, ya sea por la medicina o por una fuerza que no entendemos y llamamos milagro.
ResponderEliminarUn beso
Prefiero quedarme con los conocimientos, los saberes, la humanidad y la dedicación de tu amigo el doctor Luis.
ResponderEliminarLas oraciones, no vienen mal, para la tranquilidad de quien las hace, pero me temo que no solucionan nada.
Un beso.
La fe mueve montañas, y donde los médicos no llegan, ¿Po qué no? Nunca se sabe.
ResponderEliminarUn abrazo
Los avances en la medicina llegan a hacer grandes milagros, así como sus especialistas.
ResponderEliminarMe encanta volver a leerte por aquí.
Un beso enorme.
Sea o no sea la causa, un rezo nunca hace daño.
ResponderEliminarBonita historia y, efectivamente, imagino lo que sería volver a ver a la chica que rezó, seguro que con otros ojos.
Besos.
Es un relato muy optimista, la fe hace milagros, de eso no tengo dudas. Por suerte esta vez ha tenido un final feliz.
ResponderEliminarMuy buena la canción que elegiste para coronar la historia.
Un beso.
Mejor no tener que necesitar a los médicos.
ResponderEliminarBienvenida a los jueves, tu relato es precioso, me quedo con la frase "los medicos son los instrumentos por los que Dios hace sus milagros" una bella historia llena de fe, besos.
ResponderEliminarBienvenida a los jueves, tu relato es precioso, me quedo con la frase "los medicos son los instrumentos por los que Dios hace sus milagros" una bella historia llena de fe, besos.
ResponderEliminarQué bueno sería contar siempre que se lo necesite con esta fuente de recursos extraordinarios.un abrazo
ResponderEliminarQué bueno sería contar siempre que se lo necesite con esta fuente de recursos extraordinarios.un abrazo
ResponderEliminarQue lindo relato, con un final feliz. La buena vibra del doctor a paciente y el anuncio de esa mujer hicieron su trabajo completo.
ResponderEliminarBeso
El dibujo que has elegido, la imagen, es lo que es. Dioses pero humanos...
ResponderEliminarYo siempre he pensado que no hay mejor medicina que querer vivir... aunque no sepas cuánto...
Un besazo enorme.
Es una historia muy bonita!Creo más en la medicina que en el poder de la oración pero no cabe duda de que para los creyentes es una gran ayuda.
ResponderEliminarUn beso
La creencia en Dios hace tiempo que me abandonó para siempre. Pero puedo llegar a entender la fortaleza que a quien cree la oración le puede proporcionar. Creo no obstante que la dedicación de los médicos, su sapiencia, su dedicación tiene mucho más que ver con la recuperación de cualquier paciente.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me considero una creyente, por tantos y tantos motivos... sí creo en la fuerza del amor... pero también sé de limitaciones y humanidades...
ResponderEliminarTu relato igual emociona, y mucho.
Un besote.