Siembra Felicidad
Fin de semana para reflexionar un poco, para tomarse un momento (o mas de uno) para pensar en las personas que queremos, en las cercanas y en esas que por cualquier circunstancia de la vida no están cerca…. en lo que queremos hacer, en lo que dejamos de hacer…es buen momento para reflexionar ahora que estamos entrando al mes que ocupa el fin de la primera mitad del año… después de este mes ni nos damos cuenta cuando la navidad se nos echó encima y sin querer ya estamos sacando las bambalinas y los adornos de navidad…
Hace días escribí algo sobre aprovechar la vida en vez de estar limpiando y quitando el polvo…claro que no me refería a no limpiar nunca mas, sino al de hacerlo no por obligación, ni porque así ha de ser….Sin duda que el momento perfecto para limpiar es cuando tú te sientes con ganas y animada de hacerlo y para dar la bienvenida a la segunda mitad del año quizás hasta sería bueno revisar los armarios y cajones…sacar y botar todo aquello que llevo guardado y que por pensar que algún día me serían de utilidad se han ido acumulando de polvo y ocupando un espacio….Saca todo lo que no necesites, recuerda que si algo innecesario ocupa un puesto en tu casa (o en tu vida) no podrás dejar que lleguen otras cosas nuevas… no guardes cosas rotas…ni cosas que ya cumplieron su función...renueva la energía...coloca flores...pon música que te haga bailar mientras limpias…imagínate parte de un musical de Brodway y baila limpiando… y si te animas coloca incienso...aromatiza tus ambientes…prepara galletas…cambia esa cortina del baño que hace tiempo te pide que la saques…arregla esa gotera que siempre dejas para después colocando algo debajo que no escurra en el piso…hoy empieza el cambio…anímate…que desde mi hogar yo estaré haciendo lo mismo.
Y para que te llenes de esa energía positiva lee estas palabras que me ha enviado mi preciosa amiga Mag de Instantes…pocas palabras que encierran una verdad tan grande como un templo.
Una mujer caminaba por un centro comercial cuando se fijó en el cartel: una nueva floristería. Al entrar, se llevó un susto: no vio ninguna maceta, ningún ramo, ninguna cesta, pero era Dios en persona quien atendía en el mostrador.
Puedes pedirme lo que quieras –dijo Dios.
-Quiero ser feliz. Quiero paz, dinero, facilidad para hacerme entender. Quiero ir al cielo cuando muera. Y quiero que todo esto se conceda también a mis amigos.
Dios se dio la vuelta y abrió algunos botes que estaban en el estante, sacó de dentro algunos granos, y le extendió la mano a la mujer.
-Aquí tienes las semillas –dijo. –Comienza por plantarlas, que aquí no tenemos los frutos.
Autor: Paulo Coelho
Fuente: Warrior of The Light
Esta conexión nuestra es mágica, te ha quedado hermoso.
ResponderEliminarGracias, mil besos