Ver el relato de Kim, la niña de Vietnam del post anterior me hizo pensar nuevamente en los dos lados de una guerra. Así como quedaron muchos afectados por los ataques de las fuerzas armadas americanas, a las bases militares de los Estados Unidos, regresaron miles de soldados, niños casi, que no pudieron durante su vida soportar los daños psicológicos que quedaron tras la guerra absurda de Vietnam….y es que no hay guerra que no sea absurda.
Todos conocemos el trauma de esos muchachos que luego de haber sido ordenados a matar seres humanos los hicieron regresar para convertirse en parte de una masacre sin razón teniendo que soportar incluso los insultos de su misma gente que los llamó asesinos. Muchos de ellos terminaron alcohólicos, drogadictos, suicidados, presos y el que menos con una carga moral por haber tenido que matar a personas que solo eran padres de familia, mujeres, niños…
Algunos como el oficial que incendió la aldea de Kim lograron al final pedir perdón al menos a alguno de los causaron daño o como Richard Lutterll un veterano de Vietnam que en su primer enfrentamiento con el enemigo, mató a un soldado vietnamita. Por algún motivo, acabó llevándose una foto del soldado con una niña, probablemente su hija. No sabía por qué, pero se la quedó. La foto le torturaba como una maldición.
Luego, 22 años después, decidió dejarla en el muro que conmemora a los veteranos de Vietnam, en Washington, con una carta a la niña, en la que le pedía perdón por haber matado a su padre. El problema es que todo lo que se deja en el muro se recoge y se lleva a un almacén. Otro veterano, Duery Felton, vio la foto, y el hecho de ver la foto de un soldado enemigo le dejó claro, antes incluso de leer la carta, que era algo especial. La foto y la carta acaban en un libro mostrando diferentes objetos que acabaron en el muro, y el libro acaba en las manos de Luttrell. Contactó a Felton, que voló para devolverle la foto en persona.
Luego, 22 años después, decidió dejarla en el muro que conmemora a los veteranos de Vietnam, en Washington, con una carta a la niña, en la que le pedía perdón por haber matado a su padre. El problema es que todo lo que se deja en el muro se recoge y se lleva a un almacén. Otro veterano, Duery Felton, vio la foto, y el hecho de ver la foto de un soldado enemigo le dejó claro, antes incluso de leer la carta, que era algo especial. La foto y la carta acaban en un libro mostrando diferentes objetos que acabaron en el muro, y el libro acaba en las manos de Luttrell. Contactó a Felton, que voló para devolverle la foto en persona.
Después de eso Luttrell decide que si quiere descansar algún día, tiene que devolverle la foto a la niña. Por medio de un periódico vietnamita acabó contactando con la ahora mujer, llamada Lan, y fue a devolverle la foto, la única imagen de su padre que aún existe.
En el siguiente vídeo no se puede negar el poder de las imágenes…(yo he llorado por mucho rato). Es muy sensible el momento en el que la foto cambia de manos, 33 años después de que Luttrell matara al padre de Lan. (ver video aqui)
Puede que tener que matar de cerca no sólo lo haga más difícil, sino que también haga más fácil establecer vínculos con el enemigo, y sobreponerse al dolor y los recuerdos, años después. Sin embargo hoy en día, el actual gobierno de Obama, actúa por control remoto. Los silenciosos M-Q1 Predator y MQ-9 Reaper vuelan sobre Afganistán cada día y lanzan sus misiles sobre los desprevenidos talibanes. Aunque parezca increíble, estos vehículos no tripulados son manejados por personas que se encuentran a miles de kilómetros de allí, en la base aérea de Creech, al norte de Las Vegas.
Los Drones: Predator y Reaper
Como si fuera un videojuego, los oficiales al mando de la operación manipulan aviones que vuelan en un espacio aéreo real desde una pantalla y tienen que ser capaces de tomar decisiones en tres dimensiones en un escenario que está a miles de kilómetros de distancia. En el video anexo, los soldados localizan un talibán disparando desde el techo de un edificio y después de fijar el objetivo, realizan una cuenta atrás y aprietan el botón que acaban con su vida. Apenas es una traza del misil y un destello. El enemigo ha muerto pero en la cabina no se oye una mosca. Al terminar, los soldados recogen sus cosas y se marchan a casa, a cenar con la familia. Se imaginan una situación mas grotesca que uno de estos soldados llegando a casa y que la esposa le pregunte en la mesa..:
- - Mi amor como te fue en el trabajo?..y que este le responda
- - El día estuvo tranquilo, solo mate 5 talibanes.- mientras se llena la boca con una comida caliente
Y es que de esta manera es difícil tener la sensación de que estás arrebatando una vida humana si tu enemigo apenas es una mancha de píxeles en una pantalla. Como es bien sabido, cuanto más lejos está el objetivo, más fácil resulta para el asesino apretar el gatillo. No es lo mismo enfrentarte a alguien cuerpo a cuerpo, o dispararle a quemarropa, que hacerlo a través de la mirilla de un rifle a 500 metros... Con miles de kilómetros de por medio, los escrúpulos desaparecen aún más fácilmente...
Por eso siempre he dicho que los derechos humanos son para algunos. Yo me pregunto donde están esas organizaciones mundiales que se jactan y llenan la boca diciendo que actúan en nombre de la Paz? …Yo no es que esté de acuerdo ni con talibanes, ni con judíos, ni americanos, ni budistas….Solo razono y pienso..La gente que vive en el continente Asiático tiene mucho mas antigüedad que las personas de este lado…sus guerras son bíblicas, sus peleas generacionales, pero que alguien me diga si utilizar la tecnología armamentista de esta manera no es una cobardía?
Para mi eso no es una guerra…ni siquiera es defensa propia como lo tuvo que hacer Luttrell en su época…eso es asesinato en su mas alta definición, pero no tenemos de que preocuparnos, el asesino es premio Novel de la Paz.
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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...