- Buenas. ¿Es usted el director del Circo?
- Sí. ¿Qué quieres?
- ¡Quiero ser payasa! Hacer reír es lo mejor que se hacer...todos se
ríen de mi….así que no hay nada mejor que ser payasa.
- ¡Uy ! ¡Tú payasa !
- Sí, yo, una Diva payasa. ¿Qué pasa? Si quiere me cambio de nombre, y usted pone
ahí un gran cartel que diga: “Divasa, La Payasa”
- No, no es eso, es que para ser payasa, hay que
tener experiencia.
- Mire, no tengo experiencia en ser payasa…pero
tengo paciencia, y todas las personas que se han reído de mi pueden confirmarlo…eso
cuenta? además, ¡me conoce el mundo entero! Soy Diva…antes me hacía llamar Li
pero no me quedaba bien ese nombre, me hacía parecer oriental
- Escucha, pequeñaja -dijo el director- para ser
pasaya hay que ser mayor.
- Ahora escúcheme usted... señor. De pequeñaja…nada!!
Yo salgo a trabajar disfrazada, con la cara pintada, con la nariz postiza, me
pongo peluca y peluquín, y grandes zapatones sin tacones, y así, los que me ven
ni adivinan que edad tengo.
- ¿Cuánto años tienes?
- Muchos…hasta tengo carnet de conducir
- Esos vienen en caja de Ace
- Por favor…Me dejara ser su payasa?
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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...