JUEVES DE RELATOS: "MIS HORAS EN LA PELUQUERÍA"
El otro día decidí ir a la
peluquería a colocarme unas mechas que disimularan un poco mis canas, pero
estaba cerrada. Por suerte cerca del lugar había una peluquería que estaba
recién inaugurada la cual parecía ser una novedad pues en la entrada se leía:
“ESTE
LUGAR ES 100% LIBRE DE CHISMES”
El sitio lucía como un consultorio
médico, todo blanco, ordenado y limpio…una música suave, incienso y en vez de
revistas había una estantería con libros de cocina y manuales de auto ayuda...
Luego de indicarle a la dueña lo
que quería hacerme, recogí un libro de cocina y me senté a disfrutar de la tranquilidad
de la sala …pero al cabo de un rato, y con miedo de que me hiciera una señal de
silencio, le pregunté cómo se le ocurrió esa magnífica idea…
“ …Yo me cansé de trabajar en
peluquerías donde solo escuchaba chismes, entonces monté mi propio negocio cero
cotorreo…Aunque déjame decirte que no fue nada fácil porque el dueño de este local
es un tipo de lo peor..es mujeriego y se la pasa tocando a una en el brazo a
cada rato…fíjate que el otro día lo vi saliendo con la chica de la cafetería de
enfrente y él es un hombre casado..que feo que haga esas cosas…además no te
creas que la chica es tan seria como parece al verla…si la portuguesa se entera
que tiene líos con su marido la echa de la cafetería y entonces no se que hará
la pobre porque tiene un hijo pequeño y según, el esposo la abandonó hace años…aunque
no me lo creo, para mi que nunca se casó ni nada…conmigo también se quiso propasar
el “portu” pero que va, yo soy muy digna y le dije no señor …que soy una chica
decente…..”
Ni que decir que las seis horas que
pasé en ese lugar pasaron volando y ese día regresé a casa con una melena nueva
y totalmente relajada de mi terapia de peluquería, la cual por cierto,
recomendé a todas mis amigas, porque siempre he dicho que los chismes no traen
nada bueno…
Pero estas son solo mis horas en mi lugar favorito, hay otros relatos sobre lo que sucede dentro de otras peluquerías en el blog de Alfredo, en donde estoy segura vamos a salir todos con los cabellos listos para la fiesta de carnaval..
¡Menos mal! Los chismes estaban en casa para qué traerlos de fuera...
ResponderEliminarGenial, genial.
Un beso muy grande.
Después de seis horas estarás irreconocible y muy bella. Felicita a tu nueva peluquera por su idea de crear un ambiente distinto y fuera de toda maldad.
ResponderEliminarBesos.
Y es que parece que los chismes son tentadores, aunque se diga lo contrario. Bien planteado.
ResponderEliminarAsí deberían ser todas las peluquerías, eso haría que me reconciliara con ellas.
ResponderEliminarAaaaaaah, ya... los chismes a que se refería el letrero eran los cachibaches... yaaaaa... ;)
ResponderEliminarBesibrazosssss
Hola, Diva.
ResponderEliminarQue saleroso te salió el chisme. Y vaya, yo creo que tiene la razón en decir que el lugar es libre de chismes, ya que no pueden entrar a su salón chismes. Solamente los de ella como entretención a su clientela. Excelente idea después de todo.
Beso
JAJAJAJA ¡seis horas amiga! yo me muero cuando paso una hora en la peluquería, jejejeje bueno creo que el proceso de hacerse mechas debe ser largo yo solo me corto, muy entretenida tu terapia de peluquería.
ResponderEliminarUn abrazo feliz fin de semana.
Jajajaja... Menos mal que está libre de chismes si llega a ser una pelu como las de toda la vida madre mía... Que buen relato Mirella...
ResponderEliminarBesines...
Jajajaja... Menos mal que está libre de chismes si llega a ser una pelu como las de toda la vida madre mía... Que buen relato Mirella...
ResponderEliminarBesines...
Desde luego, desde luego se acabaron los chismorreos, definitivamente.
ResponderEliminarUn abrazo
Monólogo de chismes ajajajjaja Una peluquería peculiar, si señor!
ResponderEliminarUn beso
Una peluqueria libre de chismes pero que los tiene todo, pareciera que la peluquera con tanto silencio tubiera necesidad de rebentar. Muy divertido, besos.
ResponderEliminarUna peluqueria libre de chismes pero que los tiene todo, pareciera que la peluquera con tanto silencio tubiera necesidad de rebentar. Muy divertido, besos.
ResponderEliminarjajjaa aunque el propósito era otro, como lo especificaba el cartel, las debilidades por la cháchara de la peluquera hicieron imposible que las buenas intenciones se materializaran jeje...
ResponderEliminarUn abrazo
Divertida y sugerente anécdota. Yo creo que la cosa fue al revés: primero se inventaron los sitios para cotorrear y luego para aprovechar el tiempo, alguien pensó que porqué no, de paso, se cortaba el pelo. Más o menos fue así. Gracias por participar. Besos.
ResponderEliminarJa, ja,ja...claro ! No quiere chismes en la peluquería porque los quiere contar ella solamente...Un relato muy original.
ResponderEliminarUn beso
Jajajajajajajaja! ...no quiero imaginar que pasaría si se permitieran los chusmeríos!
ResponderEliminarUn besote grande Mirella.