Había
una vez…en algún lugar de no se donde, una chica lista que no dejaba de pensar
en viajar…La historia equivocadamente la ubicó al frente de una chimenea
limpiando cenizas, por lo que muchos la llamaron cenicienta, pero la realidad
es que ella era así medio morena y salpicada de pecas, y no blanca leche como
el resto de sus hermanas…Era algo inevitable..podía estar concentrada en el
trabajo, limpiando la casa o cuidando los niños, no importaba la situación, su
alma siempre viajaba a ese lugar sin importar lo cotidiana que fuera su vida…
Y no
era un palacio como menciona el cuento, ni un reino encantado...aunque la
verdad, encanto era lo que le sobraba a París, el destino donde residía su
alma…Ella mientras fregaba los trastos podía sentir el aroma de su pastelería exquisita
mientras recorría desde Notre Dame la orilla del Sena, imaginando como alguna
vez, un chico listo, había realizado este recorrido rumbo a Montmartre dejando
su esencia impregnada en el aire…
Quizás
él hubiera pensado en ella al final de la primavera o durante el verano, cuando
la ciudad se llenaba de flores y los parques se convertían en un festival de
colores…o quizás haya sido en otoño, cuando los nostálgicos colores de los
jardines le hicieran recordarla… Y mientras esto pensaba, apareció de la nada un
hada madrina, pero no una con varita mágica, sino mas bien, con boletos en mano
para cumplir sus deseos…
…y
fue así como ella llegó a su baile, con zapatos tenis y unos jeans ajustados a
un bar de Montmartre, uno que aún olía a Revolución francesa, topado de
turistas y de vendedores callejeros, y en donde él la esperaba en una mesa debajo
de un quinqué para empezar a vivir su vida de bohemia….
Y no
hubo escapada como dice el cuento…ni zapatos de cristal dejados al correr, tan
solo un caminar lento y acompasados hasta le mur des je t'aime…aunque, sobra
decir que no hacía falta que escribieran
lo que era por demás evidente….ella lo amaba mas allá de cualquier fantasía…y eso
siempre sería así..por siempre, siempre..jamás.
No he estado nunca en París pero me has puesto los dientes de un largo.....me gustaría volverme como esa cenicienta que sueña más allá de príncipes y zapatos de cristal, me encantaría encontrarme en medio de Montmatre, de momento me conformo con el sur de Francia que me es más asequible para oler la pasteleria francesa, que es cierto que es deliciosa. Un cuanto que me ha sumergido en una ciudad magica y la canción es todo un poema. Besos.
ResponderEliminarErase una vez Paris, Montmartre, Aznavour y una chica enamorada.Solo puede ser una bella historia de amor sea cual sea su final.
ResponderEliminarBesos.
Precioso , este cuento lo veo más realizable y además con un aíre bohemio del bello París.
ResponderEliminarCuando el amor va volando el que lo recibe se llena de aire para que ambos respiren en el mismo lado del aquel maravilloso Sena .
Un saludo y feliz semana
Me gusta más tu versión que la original. Es más realista.
ResponderEliminarUn saludo.
Los sueños pueden tomar nueva forma. Me gusta eso.
ResponderEliminarUn abrazo juevero.
Soy Parisina Moli y te puedo asegurar que vale la pena ir a visitar Paris. Es una preciosidad, tanto Montmartre que Notre Dame, la Tour Eiffel, les Champs Elysées.
ResponderEliminarBella historia de amor, en la ciudad de amor..
La bohème ça voulait dire j'avais 20 ans
Besos Moli
isa
Cuando hablas del sur de Francia, imagino que hablas de Carcassonne que no esta muy lejos de Barcelona..
Oh perdona, no sé porqué te llamé Moli..
ResponderEliminarBesos
Qué bonitoooooooooooooooooo.
ResponderEliminarPrecioso este cuento que bien merecía ser contado!
ResponderEliminarUn abrazo
=)
Jajaja...qué bueno! Mucho mejor que la versión original...lo de las hadas con varitas mágicas nunca me lo llegué a creer, creo más en los boletos premiados para conseguir los sueños.
ResponderEliminarTe felicito, me ha gustado mucho.
Un beso
!Me encanto esta versión de la cenicienta y de paso con zapatos tenis y jeans! Te quedo mágica, genial.
ResponderEliminarBeso
Me gustó esta versión de la Cenicienta, aunque más me gustó ese paseo por París.
ResponderEliminarSaludos.