Miércoles, y no tengo
ni la menor idea de cómo empezar el relato de la semana…Preparo el desayuno con
unas papas, dos huevos que rompo uno a uno con dureza
sobre una taza y algo de sal que le de sabor a mi mañana..Luego de
remover los ingredientes los coloco en la sartén con aceite caliente y empiezo
a dorar por un lado la mezcla a fuego lento… lento, como transcurre mi tiempo moribundo
en mañanas sin tanto quehacer, deambulando marginales frases de Bukowski en mi
mente, sobre esta sociedad llena de vicios y de problemas nada ocultos….
Mientras se va secando,
me voy desdibujando por dentro entre formas abstractas que esbozan pensamientos
inconclusos… pensando en como escribir lo que veo con mis ojos hacia adentro,
lo que he hecho de mi vida, en que lugar del camino me encuentro…y si estoy
segura de lo próximo que haré…?
Y es que ya cercana a
los sesenta y con mis facultades aún intactas, voy a darle una vuelta a mi vida como si fuera
una tortilla de papas…me marcharé sin mirar atrás dejando la casa que construí
durante largos años, la paz de un trabajo deseado y la tranquilidad de lo años
dorados… Pero es que no me gusta lo que veo por dentro…no soporto una vida sin
ruido, sin platos sonando sobre esta mesa de miradas calladas, me rehúso a la expropiación
de mi familia y quedarme con las manos cruzadas ... prefiero levantar el vuelo
antes de vivir plegada a una vida sin
vertiginosos vuelos, sin mas miradas que la vista de una sartén un miércoles por
la mañana…
Y si....! voy coger la sartén por el mango y le daré vuelta
a esta vida y lo que resulte de ella, …si
queda medio cruda, buscare el fuego necesario para cocerla…si se quema, seguiré
intentando que quede buena…ahhh!! pero en estos momentos que veo el resultado
de mi comida en el plato, me miro por dentro y escucho a mi corazón que aún
late con fuerza…
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Qué bonito lo que has escrito, y con qué fuerza te siento qué importa la edad si una se siente con energía?
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato jy
Juevero, hermosa amiga.
Un placer leerte entre sartenes.
Besos enormes con cariño y feliz día .
Buen provecho lo primero a ese plato tan rico que hasta aquí me llego el olor. Y claro que hay vida después que la familia se vaya expropiando ,es ley de vida que cada uno forme la suya ..pero ahora tendrás tiempo de hacer con la tuya lo que te venga en gana tu tiempo e tuyo ...muy bonito tu relato ..gracias amiga por dejarnos entrar un poco dentro de ti .
ResponderEliminarAbrazos y feliz jueves.
Con lo que me gusta la tortilla!!! Y ésta te quedó de "rechupete" amiga!!! Una participación muy atinada, y muy de entusiasmar a seguirte por ese camino!!!
ResponderEliminarbesos
La cercania y la comida, buena mezcla.
ResponderEliminarBeso de un par.
por lo que escribiste para mi sos la de la foto... ni mas ni menos, que importa lo demás... saludos!!!
ResponderEliminarEn la vida, como con la tortilla, no hay más remedio que cascar huevos, para que cuaje.
ResponderEliminarLa soledad tampoco es tan mala, de modo que a escuchar los latidos que es el mejor modo de vivir.
Un beso.
Estupenda comparación de la vida con una tortilla de patatas, te comprendo no sabes cuanto y te felicito por ser así, a los años... ni caso.
ResponderEliminarUn beso enorme
Hola, Diva:
ResponderEliminarMuy bien cocinado y servido este monólogo interior.
Para vivir la vida hay que romper limitaciones, al igual que para hacer una tortilla hay que romper los huevos.
Un abrazo, Diva.
Recuerdo cuando mi hijo pequeño se emancipo, el silencio y como lo hechaba de menos, ahora me he acostumbrado al silencio y me gusta navegar por mi mundo interior. Por cierto me esta entrando un hambre, y la tortilla de patatas es uno de mis platos preferidos, besos.
ResponderEliminarLos educamos para ser libres y llega el momento que en el natural uso de esa libertad, abandonan el nido, dejándonos en los primeros tiempos, algo huérfanos. Es el momento de empezar a gozar de esa forzosa independencia que su marcha propicia.
ResponderEliminarGracias por sumarte a mi convocatoria, Diva
Un fuerte abrazo.
Muy bien ese propósito de tomar la sartén por el mango.
ResponderEliminarBesos.
Te entiendo, a veces nos pensamos que con esta edad no podemos hacer esto o aquello, pero la verdad es que mientras haya energía se puede hacer absolutamente todo, lo importante son las ganas y la curiosidad.
ResponderEliminarBuena reflexión.
Un abrazo
!Que introspeccion mas linda y suculenta!
ResponderEliminarUna retro-visión al pasado justo a la hora del desayuno, doy por seguro que te quedó riquísimo, pues aderezastes el texto con tan ricos ingrediente y pizcas de añoranzas. Que linda cancion!
Que tengas un lindo fin de semana.
Abrazo!
Sobre todo me gustó la frase de "prefiero levantar el vuelo antes que vivir plegada a una vida sin vertiginosos vuelos", pues me sentí completamente identificada *__* ¿Cuál es la clave para conseguirlo? Yo la he encontrado rodeándome de las personas que me dan alas.
ResponderEliminarUn besazo
... inesperada metáfora la de la vida en la sartén a la que se la puede dorar hasta dar con el punto justo (por supuesto, el que cada uno desea), y para el final, la versión sartén de la frase de Marx: Estos son mis principios, y si no le gustan... tengo otros. (... y fue y le dio la vuelta)... como hubiera hecho Groucho
ResponderEliminarManejar uno la vida a su gusto igual es la mejor manera de disfrutarla, en cuanto a la edad es lo de menos, creo.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta tu introspeccion de tortilla de patatas.
ResponderEliminarUn beso.