Anoche te soñé, como muchas veces desde hace un año, lo
diferente fue que esta vez te vi triste y estabas triste por mi…quise decirte
que todo estaba bien pero no pude, porque solo llegué a decirte que deseaba
tanto que te hubieses quedado, que no te apartaras de mi lado, pero no pude
sostener por más tiempo tu mano…
Fue muy difícil aceptar la realidad y llegado el momento
supe que para siempre se marchaba la mitad de mi vida y el final de mis noches conversando
de todo y de nada, las peleas por la almohada más gorda, la mayor parte de la
frazada, y no digo nada de tu ropa tirada porque ahora me hace falta recogerla
y ordenarla…
Y con la otra mitad, se fue mi socio de tantas ideas
nocturnas, mi compañero de trabajo y de mi cama, de cuentas por pagar y sitios
por viajar…lo siento, yo solo quería parar el tiempo, pero no pude hacer que te
quedaras y se rompió el espejo...ese donde yo me empeñaba en ocultar las canas mientras
tú solamente veías que yo seguía siendo tu chica pero que no usara faldas tan
largas…si que sabías mentir bien, y eso a mí me gustaba, por qué al fin y al
cabo, los espejos tienen doble cara…
No se si me escuchas o me sientes, pero a ti no te puedo
mentir y sabes que me haces falta horrores, y que extraño nuestras discusiones y
mucho más el calmar tu enojo, extraño ver tu celular con mi número y “mi amor”
en vez de mi nombre, pero si me ves llorando, no te preocupes por mi, lo que
pasa es que este viejo reloj sigue andando y yo te sigo echando tanto de menos…
Hay noches como esta en que llegan hasta mi las horas huracanadas y yo, no puedo hacer nada para evitar que se detengan...
Hay situaciones que las manecillas del reloj debería detenerse y dejar ese momento congelado.
ResponderEliminarHoy tú entrada son verdaderos sentimientos que nos compartes como esa parte de ti que tanta falta te hace, aunque no esté, siempre estará.
El amor no lo para un reloj. Besos 😘😘😘
Sea real o ficticio, un relato encantador por lo sentimental, hermoso. Que lindo a pesar de lo doloroso el sentir eso. Saludos.
ResponderEliminarTanto extraño el tiempo, como ese reloj
ResponderEliminarTanto extraño el tiempo, como ese reloj
ResponderEliminarque lo marca... Es tan hondo este relato, que se, que no saldré con vida de él.
ResponderEliminarNadie sale con vida al último segundo...tic tac
Eliminaryo quisiera mitigar ese dolor que dejan las manecillas, pero es un corte muy profundo.
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