No podré nunca olvidar
que una vez fui el reflejo de tus ojos
y esa luz que asomaba en tu sonrisa.
Me entregaste tu amor a manos llenas
en un mundo lleno de caricias
cada noche que acudías sin demoras
a nuestras citas…
Pero se acabaron las visitas
y en tu mirada no dejaste ni mi sombra,
mi voz ya no suena por las noches
cada vez que miras las estrellas
Solo la luna sabe vida mía
que desde el primer día que te fuiste
he llorado tanto tu partida