A veces la gente normal tiene miedo…
"En las zonas más urbanizadas de nuestro mundo se contempla una gran masa compuesta de diminutos puntos, esparcidos por diferentes pueblos. De diferentes formas y colores, de movimientos pausados o más o menos veloces, son los principales actores del escenario global. En los libros suelen llamarlos seres humanos u homo sapiens, pero sin duda, si acercamos el objetivo de nuestra cámara logrando imágenes más próximas de los mismos, comprobaremos que se trata de otra especie más específica: “la gente normal”.
La podemos encontrar en los mercados, las calles, el metro, los colegios o haciendo cola en los hospitales públicos. Si seguimos acercándonos más, incluso podremos distinguir sus rostros, sus nombres, sus vidas...La gente normal suele despertarse bien temprano, con o sin el murmullo de los niños. Algunos lo hacen acompañados, otros anhelando compañía. Algunos se levantan antes de lo normal porque deben soportar largas colas de tráfico antes de llegar a la oficina, otros tienen el trabajo tan cerca de casa que éste no les abandona ni, cuando agotados, vuelven a la cama. Algunos viajan con otra gente normal, en autobuses repletos, mientras divisan la fábrica, la mina, el centro comercial o el astillero, lugares donde seguro pasarán la mayor parte del día (o su noche). Otros rodeados de moscas, y sin trabajo remunerado, intentan cada día construir embarcaciones imposibles para alcanzar otras tierras donde, sobreexplotándolos, no les nieguen el sustento.
A veces la gente normal se enamora. A veces, le rompen el corazón. Algunos de ellos se vuelven a enamorar, otros dejan de creer en las hadas para siempre. En ocasiones, también sucede que el revoloteo de las mismas les vuelve a brotar desde el estómago, quieran o no. En la retaguardia, Cupido espera con desigual puntería dispuesto a atravesar gargantas, mentes, piernas, brazos y a veces incluso corazones. También hay gente normal que se acostumbra a vivir sola y cuando está acompañada sólo sabe causar daño. Unos pocos (los más valientes, locos o soñadores), siguen amando contra viento y marea, pese a naufragios e inundaciones, incluso a antiguos amores, bajo la grácil e indestructible sábana del hechizo o la condena. A veces, tanto enamorados como solitarios enferman, y deben aprender a hacer frente a las adversidades. Todos tienen amigos, mejores y peores, con ellos comparten un té, un mate o unas cuantas cervezas. Los hay que prefieren agua mineral con un poco de limón. Todos adoran la música, disfrutando de su compañía mientras se confiesan desdichas, sueños y esperanzas, entre miradas, llantos y sonrisas. Hay reuniones con amigos y hermanos, padres e hijos, abuelos y nietos, también algunas donde se reúnen la mayoría de ellos. En ocasiones se besan, se abrazan, se escuchan, se ayudan, se entienden...incluso consiguen ser felices.
Pero a veces la gente normal tiene miedo ...
..A perder el trabajo y no poder mantener a los suyos; a conservarlo, y no tener tiempo ni de verlos. Frecuentemente, para retenerlo, se estorban, se mienten, se dañan. Mientras tanto, muchas hijas e hijos de la gente normal estudian y trabajan duro toda la semana. Y algunos, bastantes que son ya muchos, cuando llega el sábado noche en los alienantes oligopolios del ocio de cualquier urbe se meten cocaína, toman pastillas, se evaden con la marihuana o se emborrachan con esa otra droga tan aceptada por nuestras sociedades llamada alcohol. Intentan olvidar el olvido y los encadena la soledad, corren más deprisa huyendo de la duda del no saber (se), porque nadie les dio un nombre, ni sueño, ni certeza, ni sentido y sólo logran arribar una y otra vez al mismo punto de partida. La cultura del capital los dejó desmemoriados, asustadizos, perdidos en el laberinto. A veces, les sangra la nariz y otras, no recuerdan nada de lo que hicieron la noche anterior. Otras se marchan de casa con un “hasta luego mamá”, o “mañana hablaremos papá” pero ya no vuelven jamás. Entonces llegan las oraciones a la Vírgen o a los Santos, a Jesús o Alá … “¿Jehová me oyes?” Incluso los hay que no ruegan porque desconfían de lo intangible, pero todos lloran. Todos…"
Esta es gente normal…con errores, virtudes, aciertos y defectos…un escrito que me envío alguien que comparte mis creencias ideológicas. Lo conocí hace tiempo a través de sus cuadros revolucionarios y hoy me regala un escrito interesante sobre el poder de la gente normal.
El texto completo lo pueden leer en su blog y visitar sus obras en
Blog: http://jonjuanma.blogspot.com/
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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...