Los inviernos no se
vuelven crudos, siempre han sido iguales, nuestros años se vuelven débiles y
los huesos acompañantes se vuelven tiritantes ante cualquier mínima escarcha,
nos vamos volviendo viejos y traemos los recuerdos lejanos y no tanto, de
cuando vivíamos infancias quizás duras o quizás no y tratamos de comparar
aquellos fríos vientos y lluvias gélidas con las que estamos empezando a vivir,
es como dicen: los años nos van volviendo niños y nos acercan al final de este
purgatorio y al comienzo de muertes inobjetables, los inviernos no se vuelven
crudos…siempre han sido iguales, ellos no cambian nosotros …si.
Uno trae aquellos
olores a mazamorra, gofio seco con azúcar o con leche, candiales de malta,
ladrillos calentándose sobre el “Primus” (al final se encuentra un traductor uruguasho - español) a queroseno haciendo las
veces de estufas, guisos humeantes, ladrillos calientes envueltos en paños para
hacer las veces de bolsa de agua para calentar nuestros pies bajo las sábanas,
desayunos de leche con cocoa (el vascolet era para ricos), pucheros
que eran baratos y completos donde uno podía saborear los caracús de aquellos
huesos cocidos que nos harían fuertes de por vida y sobreviviríamos gripes que
otros no podrían soportar, budines de pan para aprovechar el pan viejo como
también torrejas exquisitas , una rodaja de pan con manteca era un lujo
irreproducible como también lo era tomar aquel jugo brasilero en sobre y
degustar una porción de crema casera con un copo de merengue por encima en los
domingos familiares. Porque también no recordar los recortes de papel de
astrasa colgados en el rudimentario baño para hacer las veces de papel
higiénico porque como dije antes el otro, el fino, el empaquetado, era solo
accesible a la gente de buen poder adquisitivo, no teníamos cisterna solo un
balde lleno de agua y ni pensar en echar dos a la taza de cerámica que servía
de inodoro, todo debía ser contado…exprimir todo para que llegara a fin de mes.
El salir en las mañanas
a vender periódicos con 8 años por las calles de balastro de mi pueblo natal,
llenos de baches con agua hasta el borde y que salpicaban sus marrones que si
eran en demasía nos llevaría a alguna penitencia, el jabón y el agua y por
sobre todo la ropa …debían ser muy cuidados, la bicicleta, la única era la
herramienta fundamental de transporte y no se podía permitir un rayón en ella y
mucho menos una pinchadura, ya que los zapatos Incalcuer eran caros y se debía
cuidar mucho sus suelas de cuero para que duraran en lo posible mas de un año,
era un premio si duraban mas. Los championes también, eran aquellos pampero
azules que ya al final de su resistencia se volvían crudos cuando dejaban que
nuestros deditos salieran al aire con medias que se remendaban poniendo un mate
porongo dentro y que también debían durar mucho, el tener unos nuevitos
era sentirse afortunado. Recuerdo aquellos mandados a traer el surtido para el
mes y donde debía poner sumo cuidado en no quebrar aquellas docenas de huevos
que traerían mas de una tirada de orejas fuertes y brutales hasta el punto de
habérmelas lastimado mas de una vez dejando mostrar las cascaritas de sangre
seca y que me hacían bajar la cabeza cuando mis compañeros en la escuela se
reían por eso de mi al notarlas por llevar el pelo demasiado corto.
Si , los inviernos de
antes eran como los de ahora, ellos no cambian, los que cambiamos somos
nosotros, que nos hemos hecho grandes y nos hemos sacrificado al máximo para no
seguir soportando aquellos tiempos en que todo era escaso y caro, uno va
peleando los futuros, haciendo presentes de lucha y progreso en su calidad de
vida, teniendo hoy un calefón que hace olvidar aquellas
duchas en latones con agua caliente también calentada a Primus, un lavarropas
que lo hace todo y al rato nos podemos poner nuevamente esa ropa ya seca
intentando hacer olvidar aquellas piletas de hormigón que aparecían con una
capa de hielo en las madrugadas …
Aquellos jugos
brasileros de domingo son lejanos, hoy una coca cola de 2 litros es normal como
también lo es saborear fetas de jamón que en aquellos tiempos solo lo conocí
gracias a mi vieja que trabajaba con cama y a escondidas me regalaba para que
conociera, porque para sus patrones el jamón era el caviar de los pobres. Hoy
elijo el calzado a comprarme y lo hago dos o tres veces al año, disfruto de tv
por cable cuando en aquellos tiempos solo teníamos radio a lámparas donde supe
escuchar aquellos 7 goles de Fernando Morena a Huracán Buceo en un mismo
partido en la voz de Víctor Hugo y el comentario de Juan Carlos Paullier, hoy
voy al estadio cuando quiero y me trae el recuerdo de cuando entré por primera
vez y vi ese césped verde como nunca había visto, donde pude ver todos los
partidos de mi Peñarol en su camino por la Libertadores del 82 cuando salió
campeón de América, y soporté fríos intensos en la Olímpica, pero…no me
importaba, invierno…invierno era el de antes, estos solo son otoños fuertes
comparándolos con aquellos mocos que caían como torrentes que empapaban trapos
de acrocel
blanco que hacían las veces de pañuelos y que también debía cuidar sino
podría venir una paliza , hoy…hoy igual uso los descartables, hoy puedo darme
aquellos gustos que los bolsillos mayores no podían permitir.
Los inviernos no
cambian, nosotros si, y seguimos fuertes y derechos, sin saber que es un porro
o pasta base en nuestras gargantas y pulmones, hoy soy quien soy, un hombre
derecho, gracias a aquellos inviernos en donde tenía muchos límites que hoy me
dan la posibilidad de decir soy una buena persona, límites que hoy faltan y
donde los gurises actuales les resulta mas fácil salir a robar las cosas
que no tienen antes de intentar conseguirlas con sus esmeros… ¿gurises
irresponsables y aprovechadores? …no… padres permisivos que saben que si las
cosas no les dan, alguien se las dará y sino ¿para que preocuparse? las roban y
ya, las culpas no son de los menores que andan por las calles mendigando
vestidos con gorras y ropas copiadas de las cumbias villeras de Argentina (porque
es mas fácil copiar lo que les brindan estas televisiones que solo enseñan
superficialidades que no tienen ningún atisbo de cultura como base, todo es
vender y la culpa no es de ellos, de los gurises digo) es de los medios masivos
y de los gobiernos que no interfieren en pos del arraigo de una cultura que
servirá de base para hacer hombres derechos y luchadores y por consecuencia un
país que siempre se sintió orgulloso de su educación y que hoy camina por la
misma senda que los vecinos que regalan miserias y atroces violencias y que a
mi, los inviernos y quienes me pegaron mas de una paliza o un tirón de orejas
porque no seguía dentro de límites, me hicieron ser quien soy, un hombre ya
fortalecido , progresivo en su tarea laboral y empecinado en escalar categorías
para ser alguien orgulloso del camino recorrido y que por consecuencia hará
orgullosos a aquellos inviernos de mazamorra y gofio que tanto odié de chico y
que hoy de grande agradezco mucho y extraño.
Todo parte de la base,
los inviernos son iguales, nosotros somos los que cambiamos, y si las infancias
y adolescencias presentes son totalmente distintas a aquellas calles de
balastro, no es culpa de los inviernos…es culpa de quienes deben tener la
responsabilidad de educar y de no dejar torcer las ramas de esos futuros
árboles que harán sentir orgulloso a mi querido país.
Los inviernos no
cambian, somos nosotros los que sí y de que sean duros solo depende de nosotros,
los mayores…los gurises consumen lo que les inculcamos, de que los inviernos de
ellos sean recordables como lo recuerdo yo…depende de nosotros, los mayores,
los padres y porque no decir también de los gobernantes, creo que aquí les he
regalado una de las soluciones fundamentales para salir de estos ascos pasta
baseros que arruinan la belleza que uno quiere que disfruten esos pobres
gurises sin timón…
(Tomado del blog de SENTIRES..Carta de un uruguasho que tiene el corazón de oro a su profesor de infancia)
Primus: cocinilla tipo
camping a keropsene
Vascolet: es una marca
registrada de Nestlé en toda Iberoamérica y en muchos otros países del mundo.
Fue introducida en la década de 1950. Se trata de un alimento en polvo también
conocido como cocoa. La misma se obtiene de la cáscara de la semilla de cacao
pulverizada en un polvo muy fino y se usa como sustituto del cacao para
disolver en leche o en pastelería
Caracús. Tuétano de los
animales, en particular de los vacunos.
Mate porongo:
Recipiente que se hace con una calabaza y sirve para preparar el mate. Su forma
oval permite zurcir calcetines
Calefón: Calentador de
agua, therma en algunos sitios.
Acrocel: tela sintética
como el polyester y generalmente se usa para hacer
guardapolvos-uniformes-camisas pues es de fácil lavado y no se planchan. Es
económica y su precio depende de la calidad del acrocel -los hay buenos y otros
no tanto- es una tela calurosa por su trama y no se usa para hacer prendas de
vestir elegantes. Es para ropa de bajo costo
Gurises: En Uruguay usado
comúnmente para referirse a la gente joven
Simplemente creo que las cosas malas hacen más ruido, yo soy joven, mis inviernos no han cambiado, yo si lo he hecho, y no por eso considero que no me hayan inculcado respeto, educación y cultura, solo que, si un grupo de jóvenes sale a la calle a beber, romper cosas, dejarlo todo sucio, robar, etc. Se le cataloga al resto de jóvenes el mismo comportamiento, y no es cierto, ya que probablemente hayaotros que hayamos estado estudiando en casa, ayudando a los padres y trabajando duro para ser quien somos.
ResponderEliminarEs una pena que la sociedad de ahora, piense que los jóvenes no son lo que eran, yo misma lo pienso muchas veces, pero me asusta pensar así, ya que me atribuyo en esa categoría de joven, que debería pensar de otra forma, ya que yo no soy como ellos.
Ni yo, ni muchos otros jóvenes que conozco, con los que salgo, me rió, y lo paso bien sin necesidad de hacer daño a nadie ni a nada.
Es triste, pero es cierto, se ha dado una libertad que antes no se tenía, pero antes los medios de comunicación tampoco sacaban estas noticias en antena, simplemente ocurría y nadie se enteraba.
Es como la violencia de genero, me hace gracia cuando oigo decir, estas cosas no pasaban antes, porque no es cierto, si pasaban, pero las mujeres habían sido educadas para no quejarse, esas cosas ahora han cambiado, solo que...
Bueno, solo que es triste pensar que la juventud es mala, cuando siempre hay jovenes dispuestos a ayudar a los demás.
Un beso.
La sociedad ha cambiado y nosotros con ella. Hoy todo lo que acontece llega a nuestros oidos con gran velocidad y con gran divulgación, ciertos sectores han olvidado o dejan de lado valores que antes estaban más presentes, pero bien es cierto que no creo que sea la mayoria, hay muchos jóvenes que viven su adolescencia o su juventud sin entrar en problemas y
ResponderEliminaren batallas sin sentido.
Buen tema.
Un abrazo.
Hola amiga Mirella, te iba a decir muchas cosas sobre tu entrada ,de como pasa la vida(nuestra vida)porque la vida siempre es la misma somos nosotros los que pasamos por ella, pero me ha gustado mucho la entrada de Tamara y te la repito.
ResponderEliminarYo no soy joven pero en nuestros tiempos pasaba lo mismo que ahora,lo único que no habia tantos medios para difundirlo.
Un beso amiga.
Hay que mirar hacia atrás para comprender la vida, pero hacia adelante para vivirla.
ResponderEliminarcome avrei bisogno di quel freddo adesso, e di quel silenzio, e di quella solitudine, invece anche oggi si è rotto qualcosa... era il turno della lavastoviglie.
ResponderEliminarcome avrei bisogno di quel freddo adesso, e di quel silenzio, e di quella solitudine, invece anche oggi si è rotto qualcosa... era il turno della lavastoviglie.
ResponderEliminaroggi al supermercato c'era il paghi uno e prendi due ... forse anche qui?
ResponderEliminarNo cambian los tiempos; somos nosotros quienes cambiamos con el tiempo. Un abrazo.
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