Labios hinchados de apretar el llanto,
palabras que ruedan, que duelen,
que caen al suelo
y escuecen las plantas de mis pies
cuando las pisoteo…
¡Palabras, palabras, palabras!
Despotricando a mi alrededor
los enojos que tanto me pesan
Basta. Ya no tiene sentido pensar,
ya no quiero mas dolores de cabeza.
Solo el amor me salva de estas
puertas del averno,
algo o mas bien alguien
obstaculiza mi entrada a esa paila del infierno
que me espera…sin prisas pero me espera…
Es una mano amiga,
o tal vez será un ángel
que se acerca despacio entre horizontes de luz
y nubes de pájaros…
Como gorriones que mueven sus alas
desterrando lo impuro, miro sus labios…
como si fuera el bautismo
que se posa sobre mi frente febril
ese beso me libera de mis pecados,
mientras una ráfaga de viento me devuelve a mi tumba
de sábanas egipcias
y despierto pensando en ti…
Sólo el amor salva, querida amiga, sólo el amor salva.
ResponderEliminarBesos.
Uffffffff!!!
ResponderEliminarEl asunto es cuidar y asegurarse que ese tipo de fiebre no se vuelva crónica :S
Cariños, Mirella!!!
Y quién te dejaría a tí, caer a los infiernos... Quién no te besaría en tu frente para calmar tu fiebre???
ResponderEliminarSTEMA, siempre tendrás quien te cuide y esté a tu lado.
Besibrazos.