Bajo ese arco de luz
cuyos destellos parecen saetas perdidas:
veo tus hombros de fuerte curvatura
que invita a la mirada a treparse
por el manto negro de los sueños
Y me pierdo al volar contigo
en ese lago de alas curvilíneas
donde ríen los amantes sin tregua,
donde la desnudez jamás se ruboriza
y los besos flotan y estallan en el aire.
Juntos de la mano aunque cambien los caminos
aunque las horas, ahora, nos parezcan eternas
adelante siempre, mi caballero nocturno,
que sean nuestra guía las flores que sembramos
y cuyo aroma nos impedirán perder el rumbo
Y si el horizonte se empeña en apagar sus luces
atrasaremos los relojes que nos mienten
atrás queda la ciudad con sus gemidos y sus risas
iremos donde la esperanza es sólo un nombre
sin dejar de ser siempre compañeros de esta vida
Un poema Abierto, sincero, cierto y lleno de Amor.
ResponderEliminarY si el horizonte se empeña en apagar sus luces, solo hay que mirar a otro lado.
STEMA, solo dejarte Mi Cariño que sabes que lo tienes.
Este poema es mucho más denso que la seda o el humo, una belleza.
ResponderEliminarBesos