Te lo he dicho muchas veces querido Sensei…....mi
corazón no solo falla físicamente, lo que sucede es que se emociona de una
manera tal que lo mismo me pongo a reír que a llorar...y no se diga si escucho
algunas canciones de esas que hacen tripitas al corazón, porque de una vez
deliro y me convierto en la persona mas divagante y fantasiosa dentro del mundo
trágico teatral….y no exagero.
Como hoy, que los chicos hicieron un
"sancocho" y se pusieron a escuchar las canciones mas tristes del
mundo mientras yo lanzaba pensamientos como balas muy lejos de este lugar…a
varios kilómetros de distancia y sin poder huir...
No es justo, se suponía que sería un día
alegre para mi porque desde que me levanté el sol estaba maravilloso y yo lo
podía disfrutar y sentirme libre sin los pegostes esos que lleve durante 3 días
en el pecho…pero, entre que no pude ver a mi pequeña Sofis y que Ana Gabriel y
su combo me aguaron los ojos no pude menos que decir que estaba triste porque
no podría ir en este viaje .....
Son mis días "denegritos" como sho…unas veces puedo ser mas sonora que el cascabel de un gato con todo y sus siete vidas, y otras
una luna nueva que se desespera por poder encontrar la luz del otro lado y me agito y me angustio y me lleno de palabras que vacío sin cesar de igual forma
que el reloj de arena del que hablaba esta mañana….
Bueno, aunque en apariencia se convirtiera en un día triste, por la música y los pensamientos, hay algo que lo hace especial; la bonita reunión de la que participaste y estar ahí, con ellos, verles, disfrutarlos, siempre hay algo que no es perfecto, pero precisamente en eso es dónde radica la mayor perfeccion, en darnos cuenta que incluso llorando, estamos vivos, sentimos y amamos. Besitos Mirella, rié siempre que puedas y cuando llores, siéntete dichosa por poder hacerlo.
ResponderEliminarTodos nos debatimos a diario entre el sonido alegre del cascabel del gato y la oscura cara de la luna nueva; vamos de las alegrías a las penas con un ritmo mayor que la persecución eterna del día y la noche, sin darnos cuentas de que debiéramos agradecer tanto el día soleado como el lluvioso, la primavera como el otoño.
ResponderEliminarGracias por tu comentario tan cariñoso en mi blog de hoy.
Besos