Siete mil globos de colores

Y fue, esa noche fue de las primeras, las primeras en que nuestros aromas se mezclaron, en que nuestras risas se fundieron extasiadas, en que nuestros besos se buscaron con pasión, desde esas primeras noches cuando el brillo del cielo llegaba interrumpiendo nuestras citas al abrir su primera luz ante nosotros que coqueteábamos y nos seducíamos con calma o frenesí…

Eran siete motivos para amarte que me resultaban pocos, siete motivos para alzar mi voz y gritar que siete veces siete podría exigirle al tiempo un poco de paz , siete monedas que no valían para comprar nada, siete noches que se multiplicaban por cada una de las espirales de mi piel, siete bostezos que desesperezaban cada noche de amor, siete extraños que acaban convirtiéndose nada más y nada menos que en extraños, siete unos que quisieran ser más que unos, y muy probablemente, siete meses que quisieron ser siete razones, siete pájaros carpinteros que al ver a un petirrojo se enamoraron…

Pudimos juntos deleitarnos al mirar la luz del día y entusiasmarnos con la espera del mañana…como esa noche que ofrecimos amarnos para siempre, decididos a colmar y satisfacer el voraz deseo que palpitaba en nuestra piel… Noches enteras que se entregaban complacientes a nosotros ignorando al mundo entero, envueltos en las horas que sólo para nosotros eternas o fugaces parecían según la emoción que siempre ha sido latente llama en nuestras palabras....

Siete amores que no inventaron lo que sienten, siete sietes que solo aspiraban ser la sombra de un desamor, siete veces para decirte que siete veces mil me dejaría las uñas por poder arañar solo un centímetro de tu piel y que por siete veces que me mataran, siete veces querría vivir, para sentir siete veces el gran honor de haberte padecido, de haberte conocido y de poder escribirte no siete veces, infinitamente siete veces te quiero

Y cada noche nos esperábamos sabiendo lo que había, presintiendo que ya éramos eternos en nuestras vidas, aguardando con calma pero hirviendo de deseos por percibir ese gesto que delataba aquella intención de entrega total,...porque cada  noche te esperaba, igual que ahora te espero...

 Siete veces no voy a rendirme y sé que siete veces no lo harás, así que siete veces le ganaremos al tiempo, y siete veces me demostrarás que la noche palidece al vernos caminar y el sol estornuda siete veces, que el viento, tan rimbombante él, siete veces tose por disimular la envidia que nos tiene, así que siete veces mil, siete veces , seremos para siempre porque siete veces moriremos feliz de habernos amado y de debernos aun siete veces millones de besos enviados en siete mil  globos de colores