Con
la claridad de esas horas mañaneras
hasta
puedo escuchar el vuelo de gaviotas en tu orilla
y
siento enrojecer mis mejillas
al
sentir la tibieza imaginaria de tu aliento,
realmente
es lo que siento
cuando
dejamos de pelear por un momento
y
me deleito con la paz de tus fotografías…
Que
fácil desaparece toda sensación de lejanía
con
la abrillantada luz del nuevo día
y el infinito azul pintado en este amanecer,
que
aire tan lleno de placidez respiro
en
este amor a veces besos, a veces gruñidos,
cuando
a través de tus ojos miro
un
pequeño instante de placer…
Siempre es grato visitarte y ensoñsr con lo que nos regalas
ResponderEliminarCariños