El día que te fuiste,
se quedaron tus historias escondidas
en libros jamás leídos de viejas páginas
amarillas,
o en aquel otro lado del mar,
bajo la sombra de otros pasos
que alivianen aquellos años y los daños,
de ese invierno de mentiras…
…..y ya no te busco en cada esquina,
ni en el vaho del cristal,
ni en el aire que me asfixia,
ya dejé de preguntarme si fuiste real
o te invente una noche fría
cuando en medio de algún poema,
entre lágrimas y letras
llegaste mientras dormía…
A veces dudamos entre lo vivido y lo soñado, entre lo real y lo imaginado; pero la suma de todo ello es la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
De alguna manera hay amores que los hacemos a nuestra semejanza.
ResponderEliminarY hasta no sabemos si es irreal.
Un abrazo.
Tal vez sea algo ingrato el inventado, el creado, que deja a aquella que lo inventó.
ResponderEliminarBesos.
Inventarse, si sirve, estupendo, aunque se prefiera real, pero al final si uno percibe y siente lo que desea...qué más da, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día