Empezamos de nuevo..

Nos quedamos mirándo fijamente, de lejos,
sabiendo que nos amábamos,
pero que después de aquella tarde
entre fragancias de durazno y de eucalipto
(entre el bullicio de esa gente
que agitada regresaba o se marchaba
y nos iba separando definitivamente),
jamás volveríamos a encontrarnos.
Aún hoy recorro sola esos caminos
que años atrás solíamos andar juntos,
visito las mismos lugares, las plazas
con las mismas estatuas ecuestres
que siguen mirándome fijamente;
me siento en los mismos bancos
donde nos sentábamos en silencio
a la sombra del araguaney en flor,
hoy sus hojas ya cayeron
buscando tus besos en el viento
mientras en llanto mi alma
hacía ceniza tu nombre, tu risa…
Paradojas en el tiempo,
cuando creemos que ha llegado el fin
realmente es un comienzo…