La luna esta noche tiene mal de amores, y apagada se encuentra...quisiera ser como un pan recién salido del horno para verse doradamente inflada...pero no puede porque tiene sabor a desesperanza y por dentro se desgarra ahogándose en ausencias..

Ella tiene un amor escondido...alguien por quien lanza suspiros aunque siempre a sabido que ella es luna y él un hombre al que se le ocurrió un día mirar desde arriba.

Acaso debería importar la distancia o la materia de que fuimos hechos? Acaso no basta tan solo con amar? Ella cree que con su amor puede derribar barreras y por eso ella está, cada noche como siempre está…vestida de blanco y con su perfil siempre digno, sereno, con esa cabellera negra que la envuelve como un ataúd mientras escucha como las estrellas, sus compañeras de siempre le cuentan cada noche historias distintas y le recuerdan las veces que él llegaba por esas calles ahora solitarias para contarle historias antes de dormir…quedan tantas cosas por decir….demasiadas que decirle todavía...

Pobre de la luna, este no es su mundo, más bien pareciera una representación teatral donde a ella la han metido en el centro, de actriz principal, de punto de partida para la historia...pero ésta no es su historia. Ella pertenece a otras latitudes, a una luz de un cielo suavecito y celeste, a un sol quemante de verano que la va alejando cada vez más de él...a inviernos que laceran cuerpos como puñales …

Si tan solo él supiera antes de irse....si tan solo supiera, que ella puede que no se vea como un pan horneado esta noche, que tampoco es de queso como decían, claro que no lo es, porque ahora mas que nunca sabe lo que no es y quisiera ser de piedra y fuego, y dura, para poder seguir de pie...aunque ya casi solo sea una mancha en el cielo