Cuando pensé en la respuesta que le daría a una persona que consideré
por muchos años mi amigo especial, mi compañero de paseos por las salas de
chat, de múltiples paginas sociales, de noches de radio escuchando canciones
que nos gustaban, escribiendo pensamientos que solo eran producto de nuestro ir
y venir diario, estaba tan perturbada y molesta por lo que había leído en su
blog que las peores maneras de comportamiento se agolparon en mi cabeza y malas
ideas fluían como miel, o sería mejor decir hiel, de mis dedos sin lograr que fueran legibles a
la vista..
“…fueron tantas
las que me escupieron la cara que la verdad ya me cansé y tan solo los miro y
los voy aprendiendo a tenerles asco y repugnancia. Dirán lo que quieran sobre
mi crueldad de lo que expreso, pero la verdad estoy cansado de esas infamias y
aun mas que siempre sea yo el que debe secar babas ajenas en mi rostro, así que
me da lo mismo lo que piensen, lo repito ...les tengo asco y repugnancia, pobres
bichos…”.
Y es que no lograba entender el porqué de tan mala baba, de tanta mala
intención en sus palabras, si desde que nos separamos, solo he tenido buenos
deseos para con su actual relación y sus logros personales…Y no, no me estoy dando
golpes de pecho, ni quiero parecerme a la madre Teresa, tuvimos varios
problemas personales pero al menos yo tuve el valor para decir que había
llegado el momento de continuar por diferentes caminos porque las cosas hace
tiempo habían dejado de ser las mismas…Acaso me equivoqué? Acaso él no está
feliz ahora con la persona con quien comparte sus momentos? Entonces porque
seguir con el ataque personal…
La verdad, al principio quise escribir de la misma manera como estaba
siendo juzgada, quise responder con el mismo veneno que me estaban
soltando, pero preferí olvidar y dejar
pasar por alto todo aquello, no por que tuviera razón, no porque me mereciera
todo eso, sino porque aún siento que una amistad tan especial, no merecía
perder su cara y dejar ver otras caretas. Opté por buscar algo que me hiciera
reír y olvidar que mi amigo, el que tantas veces dijo quererme y que ahora me
considera totalmente fuera de su vida, me estaba haciendo ver como una basura…
Luego de tomarme dos pepas con café bien negro para que la cafeína hiciera
que desapareciera el dolor de cabeza y un juego de Apalabrados (que gané),
logré calmarme. Había logrado apaciguar la furia que sentía…el dolor..y la
tristeza también…pero cuando ya estaba a punto de irme a dormir y cerraba las
páginas de mi correo, leo:
“…hey, me deseaste la muerte, eso no lo olvides, en verdad hubiera
ganas de leerte y entender...pero me quisiste muerto...eso no se le dice a
quien uno aprecia, por eso te odio, por quererme muerto…”
No entendía, ni entiendo…nunca he deseado mal a nadie, mucho menos la
muerte y esto junto a otras frases mas o menos duras deseo pensar que son solo producto
de un mal entendido…Te lo digo sin atisbo de reproche, sin reclamos, ni enfados…ahora
ya no tengo mucho tiempo para guardar malos sentimientos, mi reloj empezó a
descontar a un ritmo mas acelerado y no tengo miedo, solo quiero arreglar todo
Solo recuerda, que el que no te
ame no significa que no te aprecie… ojalá las cosas algún día puedan llegar a
ser diferente de lo que son ahora y consideres que mi amistad era mas
importante que absurdas querellas, pero si el tiempo se me acaba, recuerda solo
las cosas buenas, y aunque se que hubieron muchas malas, entre todas esas,
jamás desee tu muerte…..ta?
Hubo un tiempo que fue
hermoso
y fui libre de verdad
guardaba todos mis
sueños
en cajitas de cristal
poco a poco fui
creciendo
y mis lagrimas de amor,
se fueron desvaneciendo
como pompas de jabón
Es larga la carretera
cuando uno mira atrás
vas cruzando las fronteras
sin darte cuenta quizás
tomate del pasamanos
porque antes de llegar
se aferraron mil
ancianos,
pero se fueron igual...
¡Que gran verdad! Es cierto que no cambiamos nunca. Cuentan que en la pareja, él se casa confiado en que ella no cambiará nunca, que siempre lucirá como a sus 20 años; ella lo hace convencida de que ya cambiará, que ya lo hará ella cambiar: los dos fracasan.
ResponderEliminarLo que no fracasa nunca es ta página, aunque le cambies el nombre a la gata.
Besos
Vaya, gracias por la parte que me toca... jeje
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