Sin querer....

Tus palabras me desdoblan de tal manera

 que me busco aturdida entre la multitud de mis egos

 y no me encuentro...

no sólo escribes ardientemente,

 si no que también lo haces raudamente,

como el fluir de los rápidos en las aguas de los ríos.

 Y aunque dicen que las palabras

se las lleva el viento,

aprovechas  su coyuntura,

la fuerza favorable de su ímpetu,

para que tus palabras lleguen

sin la mas mínima demora

y sin querer piense en ti..

Y yo de pie, en la cima de esta montaña,

bajo este cielo sin estrellas

y una deslucida luna, pálida y solitaria

del tamaño de un gran pastel,

como una estatua de cuarzo

te pienso sin querer..

Grito tu nombre aguardando una respuesta

en este amanecer que va azulando

la inmensidad de este cielo que nos separa,

no sé si me escuchas, no sé si aún me esperas,

pero mi corazón en cada uno de sus latidos

me dice que yo he de amarte

mas que nadie que hayas conocido

y más allá de lo que el hombre conoce por infinito…